Wednesday, December 31, 2008

Feliz Año Nuevo para todos


Hace màs de un mes que no posteo. Estoy de vacaciones hasta el 2 de enero, tuve mi segundo hijo (Santiago, del que ya subirè alguna foto) y recibì la noticia de que me van a publicar en una antología de poetas patagónicos (aunque poco y nada le hago a la poesía ahora).
Muy buenos deseos para todos, y nos vemos durante el 2009.
Hay cosas que me joden, por ejemplo, uqe estèn en guerra en Medio Oriente, que estemos en el siglo 21 y haya gente que se quedò conla forma de hacer las cosas del siglo 15, con sus conquistas y derramamiento de sangre, como si la fuerza fuera todavìa lo que importa.
Como recomendaciòn para este año, les dejo:
-Lean Los hermanos Karamazov y Viaje al final de la noche.
-Vean The dark night, Iron Man y El laberinto del fauno.
-Escuchen a Pixies, Portishead, Duffy y los Redondos.
-Lean Miracleman y Planetary (aunque sea vìa e-mule).
-Y VIVAN, mierda!!!!!!!!!!

Monday, November 24, 2008

All Star Superman de Grant Morrison


La razón de que no postee tan seguido ahora es que me sacaron internet en el laburo. Eso debería estar penado por las asociaciones de derechos humanos. Pero, bueno...

Hoy les quiero hablar de All Star Superman, una de las pocas series (junto con Planetary, de Warren Ellis y Promethea, de Alan Moore), que he seguido en formato escaneado y bajado del e-mule. En inglés, de yapa. Pero la molestia de las palabras que no entiendo se compensa y se sobrepasa por la genialidades que sí puedo captar.

All Star Superman es la serie donde Grant Morrison creó a su Superman definitivo, donde se propuso destilar la esencia del superhéroe (de todos los superhéroes, ya que Superman es el primero y el que encarna la quintaesencia del género completo), volviendo a las raíces de versiones anteriores pero siendo fiel también a esa costumbre tan morrisoniana de poner diez ideas copadas por página, que tranquilamente podrían dar pie a arcos argumentales o incluso a series enteras. Lo mejor de lo clásico y de la vanguardia en un misma maxiserie de 12 números.
Grant Morrison es uno de mis ídolos, no sólo por su trabajo sino también por sus ideas y declaraciones. Ya sabía que All Star Superman iba a ser genial. Al parecer algunas personas quedaron sorprendidas por la calidad de la serie, pero para mí era muy claro que, si querés una historia icónica donde los superhéroes sean una metáfora de los dioses que representan lo mejor de la humanidad, él era el indicado para guionizarla. Estamos hablando de un tipo que hace magia, que tomó miles de drogas para expandir su conciencia, se recreó a sí mismo como la mayor estrella-pop del mundillo de la historieta y no le tiene miedo al ridículo, por lo cual puede decir lo que se le ocurra.
Les quería hablar sobre todo de una idea que aparece en el capítulo final de la serie, una idea que ya había leído en boca de Morrison en una larga entrevista que está en otra parte del blog: una vez él dijo “estamos todos dibujados sobre la misma hoja, ¿por qué querríamos prenderle fuego al papel?”. Y acá, en el climax de la historia, Lex Luthor cae víctima de esa noción. Le ha robado los poderes a Superman y trata de matarlo, pero resulta abrumado por la forma en que ve el mundo su enemigo. Morrison nos muestra que la esencia de Superman (del héroe de nuestros tiempos) no está en la verdad, la justicia y el american way of life, como muchos otros guionistas puntualizan con mayor o menor suerte, con mayor o menor patrioterismo. La esencia de este héroe/dios bondadoso está en que ve la tela de la realidad, donde todos somos hilos que forman una misma trama. No se trata de un extraterrestre estupidizado por la crianza de los campesinos chapados a la antigua que lo encontraron. No es naive ni su resistencia a dominar el mundo es falta de ambición. Es simplemente que él ve por qué esa forma de pensar no tiene sentido, ve que no podés dominar nada si no te dominás a vos mismo, si no dominás tus pensamientos (ya que todo está hecho de pensamiento, una de las doctrinas fundamentales del hermetismo, la teosofía y otras ramas de espiritualidad silenciadas por el cristianismo).
Superman ve y sabe que somos todos la misma cosa y que, por eso, actuar contra los demás es autodestruirnos.
No creo que en ninguna otra obra literaria actual haya un mensaje tan significativo y esperanzador. Morrison nos dice que, cuando logremos ser dioses, no va a quedarnos otra opción que la bondad. Y si después de leer ese mensaje alguien puede decir que la historieta de superhéroes es estúpida y superficial, puede irse a mirar Showmatch, Intrusos y El muro infernal, y atragantarse con su propia imbecilidad.

Wednesday, September 24, 2008

Liniers


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Tengo que rectificarme de algo que al final no dije.
Durante meses leí artículos y críticas sobre Liniers y la verdad es que las pocas tiras que había visto no le llamaban la atención y estaba siempre a punto de escribir un post para dejar asentado que no entendía a qué venían tantas alabanzas.
Hoy compré Macanudo 2 y no me queda otra que caer en el lugar común de decir que Liniers es un capo.
Algunos lugares comunes tienen su razón de ser.

Los superhéroes también votan


Sunday, September 14, 2008

Me voy a vender

Sumé dos series a las que veo regularmente: Bones y Justicia ciega (que en realidad se llama Boston legal, lo que me hace preguntarme, ¿si hubiesen traducido Boston public, cómo se hubiera llamado en castellano, Educación ciega?). Miro mucha tele porque dejé de cursar letras. De nuevo.
Ya desperdicié doce años de mi vida tratando de terminar esa carrera, así que he tomado la decisión de de dejar de intentarlo. Me voy a vender. Voy a estudiar algo que dé guita.
Siempre supe que una de las consecuencias de tener hijos era poner su bienestar por encima de tus ideales, y la verdad es que Lucía y Santiago (el bebé que viene en camino) necesitan una casa, necesitan seguridad financiera, necesitan tener su educación asegurada. Así que me toca venderme. Estoy estudiando el terreno, porque ya que me voy a vender, no me voy a vender por poco.
Tiene que ver también con un cambio en mi punto de vista acerca de la educación. Más allá de que mi mujer me diga que no sirvo para enseñar, que cuando intento explicar algo no se me entiende (las mujeres de mi vida siempre me han inflado la autoestima), pasa que yo estudiaba letras por vocación. O sea, no entré a la carrera porque quería aprender a escribir, a ser un escritor: ya sabía desde antes que para eso no sirve. Tampoco porque lea mucho: leo más historietas que libros. Tampoco porque me interese la teoría literaria: prefiero leer lo que los escritores dicen acerca de su propia praxis que leer lo que diga un crítico. Tampoco me interesa la historia literaria: una buena obra se sostiene más allá de los hechos históricos que la generen o rodeen.
Quería se profesor de letras porque, entre otras cosas, había comprado la idea de La sociedad de los poetas muertos, creía que desde una clase podía abrirle la cabeza a los chicos, podía generar un cambio, llevarlos un poco por el camino de lo que creo es convertirse en un ser humano, enseñarles a ver la realidad con sus propios ojos, a pensar en los demás, a saber que todo se construye, que la vida no tiene sentido y por eso tenés que inventarte uno, que somos los mismos a pesar del tiempo y los cambios porque nos contamos una historia en nuestra cabeza que dice que somos los mismos. De las cosas que hice con el grupo de poesía lo que más me llenaba era leer en los colegios, ver cómo un poema podía llegarle a los alumnos, a algunos, obviamente, aunque la mayoría se riera por lo bajo.
Pero ya no creo en poder cambiarle la cabeza a nadie. Ya no creo poder generarles nada a pibes que le queman el pelo a una profesora y lo cuelgan en internet. Perdí la fe en la enseñanza, y así sería una mierda como profesor.
Al menos me queda la fe en mis hijos. Al menos creo poder enseñarle eso a ellos, sin timbres y sin calificaciones.

Tuesday, September 09, 2008

Tribus urbanas y la puta madre que las parió

La pelea de grupitos en el Abasto porteño me da la excusa para hablar de algo que me está dando vueltas en la cabeza hace rato, y es la estupidez de creer que por las demostraciones exteriores (el peinado, la ropa, el maquillaje, los piercings) podés conectarte con otra persona, que son elementos de identidad.
La verdad es que si pensás que tu peinado y tu remera te definen como ser humano, disculpame pero sos un pelotudo y me das lástima.
Siempre estuve en contra de usar ropa que remita a otra cosa. Lo que te define tenés que ser vos, lo que pensás, pero sobre todo lo que hacés.
En vez de ponerte ropa estampada con un revolucionario o una banda de música o una marca que creés que identifica al grupo al que pertenecés por inseguridad e inmadurez, hacé algo propio y con eso estampate una remera. Algo propio. Lo que sea. Si te cabe, hacete una remera de tu familia, de tu grupo de amigos, del equipo de fútbol en el que juegues los fines de semana. O mejor todavía, formá una banda y estampá una remera con el nombre de tu banda y autopromocionate por la calle. Cualquier cosa menos definirte por actos, palabras o canciones de otros, ya sea de una persona individual o de un grupo.
Basta de desaparecer en la masa, del "soy diferente siendo igual a cientos de miles de giles que tampoco saben cómo ser ellos mismos". Quien sabe lo que es no necesita exteriorizarlo para que la mirada y el reconocimiento de los demás lo corroboren: lo sabe y punto; lo sabe y si los demás se dan cuenta, bien... y sino, también.

Aparte: no te agarrás a piñas con alguien porque no te gusta cómo se viste, lo que dice su remera o si se delinea más o menos los ojos. Te agarrás a piñas por una mujer o porque te putean o se meten con los tuyos. Hay varias razones para irse a las manos, pero no creo que la ropita (remeras de equipos de fútbol incluídas) o la pose sean motivos válidos.
Pero a lo mejor me quedé en el siglo XX.

Friday, August 29, 2008

Acerca de Héctor Kalamicoy

Dos cosas para empezar: primero, no conozco demasiado a Héctor Kalamicoy, pero sí lo suficiente como para saber que es un buen tipo y un talentosísimo poeta y narrador; segundo, formé parte del jurado que seleccionó sus textos, y me hago cargo.
Cuando leí los poemas que conforman Introducción a un feo lugar, conocía el apellido Kalamicoy de oídas. Sabía que se trataba de dos hermanos que frecuentaban las lecturas poéticas y que su estilo era directo y visceral, por eso no me sorprendió lo que leí. Conocí a Héctor alrededor del día en que mataron a Carlos Fuentealba, en una lectura frente a la gobernación donde varios poetas se habían reunido para apoyar a los docentes en lucha. Llegué tarde a la lectura, pero me dijeron que la performance musicalizada de los Hermanos Kalamicoy había sido de las más celebradas. Después lo vi un par de veces hasta que tuve la suerte de escucharlo leer en los Villancicos Vrutales. Cerca de doscientas personas lo aplaudieron y ovacionaron sus poemas. Leyó un texto sobre una docente embarazada que se había suicidado en el colegio en el que él se desempeñaba como ordenanza años atrás. Cuando terminó de leer me corrió un latigazo de rigidez helada por toda la columna. Kalamicoy sabe lo que quiere generar con sus textos. Y lo logra. Y está perfecto.
Y si comienzo con este relato es para refutar a las personas que aseguran que a Kalamicoy nadie lo conoce y que saltó a la notoriedad con el escándalo de hace unos días. Gran parte de las personas que escriben o están en la movida literaria neuquina sabe quién es Héctor. Obviamente que para las señoras que sólo leen a Cohelo o Bucay buscando iluminación, o para quienes no salgan del Olé o la revista Caras, fue una novedad entrar en contacto con su forma de escribir.

En cuanto a la decisión tomada en el concurso de seleccionar los textos de Héctor, por supuesto se basó en parte en el criterio y el gusto personal, pero además en la calidad y en el tono paródico y desacartonado que creo debe imperar en la poesía de mi generación. Solamente una persona muy acostumbrada a tomarse todo en serio (y por lo tanto, que se toma a sí misma y a sus ideas demasiado en serio) puede obviar la evidente ironía y el humor que subyacen en los versos de Introducción a un feo lugar.
Además, la idea era publicar textos característicos de la idiosincrasia neuquina, no necesariamente elegir lo más pintoresco sino tratar de mostrar un rango de interpretaciones lo más variado posible. Dentro de los textos que se seleccionaron, y en cuya publicación tuvo la última palabra el Ministerio de Educación, Ciencia y tecnología de la Nación, hubo cuentos costumbristas, relatos infantiles, poemas de otra índole, que reflejan variadas formas de concebir el hecho poético, textos confeccionados por la comunidad mapuche, etc. Se dio cabida a todas las voces que tuvieran un mínimo de calidad y, al menos en mi caso, se valoró también la sinceridad. Es decir: valoro más poemas furiosos acerca de una cotidianeidad que muchos compartimos y escritos en un lenguaje directo, frente a textos rimados en infinitivo o que construyen, a fuerza de frases hechas y nombres autóctonos sacados del Libro de Nombres para el Bebé, un supuesto color local.
Kalamicoy se define como escritor satírico, en lo que se refiere a esta clase de textos al menos. Lo he escuchado en algunas entrevistas compararse con un boxeador que, parafraseándolo, baja la cabeza y le da a lo que tiene en frente, a su rival momentáneo, con toda la fuerza que pueda hasta hacerlo caer. Desde ese contexto hay que entender Introducción a un feo lugar, desde la furia desatada, desde la válvula de escape, no desde la incitación a la violencia.

Lo interesante del affair Kalamicoy es que toca tantos puntos fundamentales del pensamiento retrógrado que es imposible reducirlos y contestar a todo de una sola vez. En ese sentido, es muy bueno que los diarios tengan una zona de comentarios en sus respectivas páginas web, porque en esos comentarios quedarán por mucho tiempo patentizadas las dos posiciones opuestas. O más de dos, debería decir, ya que quienes están de acuerdo con la expresión de Kalamicoy o con el hecho de que sus textos sean publicados, lo están por varias razones (libertad de expresión, el hecho de que gran parte de lo que dice es absoluta y dolorosamente cierto, la discusión, el debate que se suscitó a causa de los textos, ya que debatir, intercambiar ideas, es algo positivo si no tenés la cabeza cerrada ni te creés el dueño de la verdad), y quienes lo censuran también lo hacen por diversos motivos (se lo llama mediocre, indigno del mote de poeta, maleducado, extranjero en la provincia, desagradecido con la misma provincia, violento, fascista, y un más o menos largo etcétera, expresado desde el punto de vista de personas de bien, educadas, que SABEN lo que se DEBE escribir y leer, motivos que en resumen forman un fresco bastante diversificado de la intolerancia neuquina). Una mujer llegó al extremo de mandarlo a trabajar para salir de esa realidad llena de colectivos con mal servicio y cucarachas (siendo que cuando lo conocí Héctor tenía tres trabajos e intentaba salir adelante con ellos) poniendo en evidencia el pensamiento infantil de que si dejás de ver algo eso deja de existir, como los bebés que se tapan los ojos para que no los encuentren. Es bastante urticante leer los comentarios de esa mujer en particular, que se jacta de no depender del transporte público y tener “gente que se agacha por mí”, pero pasen por las webs de los diarios y veánlo ustedes mismos.
Y me perdí la entrevista en Canal 7, donde seguramente habría también tela para cortar.
Porque, sea dicho de una buena vez, Neuquén es la provincia más chauvinista que conozco. No sé si habrá otra peor en el extremo norte, no he recorrido más allá de Córdoba, pero conozco bastante bien la Patagonia y no he encontrado en otros lugares esa carga de provincialismo, esa reacción espontánea hacia el que desagrada o molesta que dejan salir en un: “Seguro que es mendocino”... “seguro que es porteño”, como si no ser neuquino fuera un pecado conciente del cual el otro debe arrepentirse y evitar reincidir en él.
¿Ser neuquino es un valor positivo, una elección deseable? No. Ser neuquino es como ser cordobés o chubutense o pampeano: es simplemente algo que pasa. Depende de el lugar en el que se encuentren tus padres en el momento de tu nacimiento, nada más. ¿Eso es estructurante? ¿Eso determina la clase de persona que seas? Si mis viejos hubieran salido de Villa Regina el 6 de marzo del 78 y viajado 100 kilómetros para que yo naciera en Neuquén al día siguiente, ¿sería mejor persona? ¿querría más a la tierra? ¿me expresaría mejor? ¿sería apto para todo público?
No sé si se justifica sentirse orgulloso de Neuquén como provincia. No me refiero a la geografía, porque lo que se aprecia de un espacio geográfico es su comodidad o su belleza, cosas que son subjetivas. Me refiero a que desde lo histórico-social no es otra cosa que un espacio vacío quitado a los habitantes autóctonos sólo en virtud de la extensión territorial, rellenado con gendarmes y presos; y más cerca en el tiempo se convirtió en un paraíso sirio-libanés, poblado por su parecido al desierto bíblico y por la presencia de petróleo. ¿De eso tenemos que estar orgullosos? Sin siquiera meternos con el tema de la relegación de los mapuches y la cantidad de tierra en manos extranjeras, o los recursos regalados a las multinacionales, se ve que identificar una identidad y un orgullo neuquino es más bien difícil, si se quiere ser plural y alejarse del chauvinismo ciego.
Neuquen no es una entidad conciente que pueda sentirse ofendida por lo que nadie escriba acerca de ella. Neuquen, como cualquier territorio o cualquier institución, es un constructo psíquico que cada uno genera en su mente y que puede tener más o menos características comunes con los que sean generados por las mentes de otras personas. Quienes atacan a Kalamicoy en nombre de Neuquén mienten. Neuquén no se siente ofendida y no necesita que la defiendan: ellos se sienten ofendidos pero necesitan un escudo, por eso se protegen detrás del “bien común”, del orgullo provincial o las buenas costumbres que supimos conseguir.
Tampoco sé si es posible defender el servicio del Ko-Ko. Todavía recuerdo que hace unos años, cuando mi hija era una bebé de cuatro meses, viajamos a Villa Regina desde Neuquén, en una de esas unidades urbanas puestas como colectivos de media distancia obviando todos los reglamentos de transporte, unidades con asientos de plástico resbaladizos, sin apoyabrazos, donde mi mujer iba tratando de sostenerse con una mano e intentando aferrar a la bebé con el otro brazo mientras el chofer viajaba a 110 por hora, dando giros y tomando curvas sin rebajar, tanto así que Lucía estuvo tres veces a punto de caer al piso; y yo iba al lado, cargado de bolsos, puteando por dentro. Esa tarde yo también quise matar al chofer y tranquilamente podría haber escrito uno de los poemas que tanto conflicto le generan a Héctor. Con menos puteadas, tal vez, pero es una diferencia de forma, no de fondo.
Es interesante también ver cómo se puede ser tendencioso desde los medios de comunicación, cuando por ejemplo, se renombra “Matemos al chofer” a un poema que se llama “Cómo te quiero Ko-Ko”, cuando se coloca una foto de archivo del poeta riéndose, tomada con motivo de la presentación de su libro, un momento feliz que justificaba la sonrisa pero que colocada en medio de la polémica da a quien la mira la impresión de que Kalamicoy está loco o es un perverso, que arma semejante lío y de yapa lo disfruta. Y en cuanto a lo textual, es también una inexactitud tendenciosa obviar que la frase “matemos al chofer” está dentro de una cláusula introducida por un “si” condicional (“Y yo pienso que si vamos a revelarnos hagámoslo ahora...”), lo que coloca todo lo que pueda seguirla en el plano de la irrealidad; no se trata de una arenga, de una frase asertiva o imperativa, sino de una posibilidad en la mente del yo poético invadido por la furia. Pero eso es teoría literaria y pocos de los defensores de la neuquinidad recalcitrante pueden entenderlo, porque no viene impreso en las sábanas de votos que reparten en los actos partidarios.
En cuanto a la acusación de fascismo (una de las mayores incorrecciones que ha deparado el affair Kalamicoy), es mucho más fascista el discurso de los detractores del poeta que la que puede desprende de una lectura simplista de sus textos. En el diario Crítica alguien que no tiene la menor idea de qué significa fascista, calificó con ese término los poemas que integran Introducción a un feo lugar. Y ¿qué es el fascismo?
Según wikipedia (la fuente de más fácil consulta, para que vean que no falseo los conceptos, por eso la utilizo):

El fascismo (del italiano fascio, haz, fasces, a su vez del latín fasces, pl. de fascis) es una ideología y un movimiento político que surgió en la Europa de entreguerras (1918–1939) cuyo proyecto central era el corporativismo estatal, en oposición tanto a la democracia liberal en crisis (la forma de gobierno que representaba los valores de los vencedores en la Primera Guerra Mundial, como Inglaterra, Francia o Estados Unidos, a los que considera «decadentes») como al movimiento obrero tradicional en ascenso (anarquista o marxista, este último escindido a su vez entre la socialdemocracia y el comunismo, que desde 1917 tenía como referente al proyecto de estado socialista que se estaba desarrollando en la Unión Soviética). Radicalmente contrario a ambos, se presentó como una tercera vía o tercera posición,[] aunque el número de las ideologías contra las que se afirma es más amplio.

Uso extendido del epíteto fascista: El epíteto fascista se aplica con fines peyorativos de forma muy extendida el lenguaje coloquial, y muy frecuentemente también en todo tipo de literatura, sobre todo a efectos polémicos o descriptivos, más allá de su adecuación o no a una estricta correspondencia con la ideología o los regímenes políticos fascistas. Se asocia con las posturas políticas de extrema derecha y las ideas y actitudes racistas, intolerantes o autoritarias; y al desprecio por el diferente, el marginado, el que no que piensa del mismo modo o las minorías.

Como ven, nada más lejos de Kalamicoy que el fascismo. De hecho, Héctor no podría vivir en un régimen fascista: estaría autoexiliado o lo habrían torturado durante días, antes de fusilarlo, para que confesara donde se esconden los zurditos como él. Los escritores, los artistas en general, tienen la capacidad de pensar más allá del molde y dar su opinión de forma coherente para llegar a un público que lo comprenda y vea otro lado de la realidad, por eso son peligrosos para todos los regímenes, y más para los totalitarios, entre los cuales se encuentra el fascismo. Con más razón, un poeta que se autodenomina proletario, y que aparte lo es de verdad, que hace uso de la libertad de expresión (libertad fundamental de todo régimen democrático), que habla desde el lugar del diferente, del marginado, nunca podría ser tachado de fascista por alguien que tenga media idea de lo que está diciendo.
Y, en el caso de que lo último parezca exagerado, es por lo menos innegable que todos los que usaron los comentario de las páginas-web de los diarios y llamaron por teléfono a Kalamicoy para insultar, amenazar y advertirle que le iría mejor fuera de la provincia, reaccionaron de una forma que resulta bastante similar a lo que critican: lo que te hace enojar provoca reacciones airadas, provoca puteadas que se largan al aire sin pensar. Sólo que Héctor no las larga al aire sino al papel. ¿Eso está mal? Cada quien puede tener su opinión, pero la mía es que no, no está mal para nada. Incluso es una salida externa a la violencia. Puedo creer perfectamente que los fundamentalistas del neuquinismo y el buen gusto tomen medidas violentas contra Héctor, aunque espero que no sea el caso. No lo veo a él matando a un chofer ni arengando a otros a hacerlo. Perro que ladra no muerde y hombre que escribe no actúa con violencia.
¿La violencia viene de la literatura? Yo no sé, pero no recuerdo que nunca dos facciones se atacaran o mataran por defender cada una un libro. A no ser claro, que se trate de un libro sagrado, pero entonces estaríamos en el terreno de la religión, y se sabe que la religión, como cualquier otra actividad humana que genere bandos (la política, el deporte) lo distorsiona todo con su dogmatismo.
¿Los chicos aprenden a ser violentos leyendo libros? No creo, pero no es raro que ciertos padres culpen a quien tengan más cerca de los problemas de sus hijos. Quieren dejarlos la mayor cantidad del tiempo posible en una guardería o en un colegio y que de ahí se los devuelvan milagrosamente educados. Quieren negar el mundo que se revuelve afuera de sus casas. Para ellos la violencia, el sexo, las drogas, no deben existir en la cabeza de sus hijos como realidad ni como posibilidad. Con lo segundo puedo estar de acuerdo, pero no entiendo cómo negarle a un hijo la visión de toda una parte de lo que innegablemente existe puede ser criarlo correctamente.

Por último, hablando ahora como escritor, debo decir que a lo largo de la práctica uno va cambiando su forma de concebir la literatura. Al principio pensaba que lo que merecía ser llamado literatura era la expresión de sentimientos, una idea netamente romántica y típica de un adolescente.
Después me obsesioné con el concepto de belleza y creí que la razón de ser de la literatura era encontrar, generar o retratar la belleza. Pero cuando utilizo la realidad para generar belleza en un texto, no estoy siendo veraz, estoy, en otras palabras, mintiendo. Se lo llama efecto poético, pero es en el fondo una mentira. Y mucha gente piensa que a esas mentiras, y sólo a ellas, se reduce la literatura. Puedo hablar románticamente de la arena y los dinosaurios y las grandes distancias, pero la verdad es que la arena jode, la soledad deprime, los dinosaurios no existen más, el petróleo contamina, la actividad petrolera destruye las economías regionales (a ella tenemos que agradecerle los alquileres de 1500 pesos, a ella y los políticos que nunca van a bajar las tasas porque parte de sus ingresos provienen de alquileres. Y, desviándome aún más del tema: estoy seguro de que debe haber más violencia y perversión en la cabeza del petrolero promedio, tan en contacto con la neuquina madre tierra, alienado en medio del llano, rodeado de cabarets y casinos, que en la de Héctor Kalamicoy).
En una nueva evolución, me di cuenta de que hacer poesía es buscar la palabra exacta para serle fiel a aquello que se quiere expresar y, desgraciadamente tal vez, en ciertos casos, la palabra exacta no es otra que una puteada.
Héctor Kalamicoy llegó hace rato a esa epifanía. Sabe que la verdad duele, ya sea al vivirla, al escribirla o al leerla. Eso no quita que pueda generar textos de índole diferente. He leído otra clase de poesía escrita pro él, contemplativa y casi diría lírica. He leído relatos donde despliega una atención milimétrica por el detalle, donde utiliza metáforas nuevas y perfectas, diálogos creíbles, comprensión de la psique de personajes de distintas edades y diferentes estratos sociales. Su rango literario es tan amplio que puede estar tranquilo, si es que los que profesan la neuquinidad al palo no toman medidas directas en su contra. Ni siquiera va a tener que esperar a que la historia lo justifique: él mismo se va a justificar cuando más aristas y estilos de su obra se vayan conociendo y se revele, más allá de polémicas y los quince minutos de exposición mediática que generan, como el gran escritor que puede ser.

Cristian Fernando Carrasco
DNI 26347782

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Para quienes no sepan de qué estoy hablando, o quieran indagar en los comentarios a los que se hace referencia, dejo los links:

http://www.lmneuquen.com.ar/noticias/2008/8/22/2509.php
http://www.rionegro.com.ar/diario/2008/08/23/20088v23s01.php?nc=1
http://www.criticadigital.com/impresa/index.php?secc=nota&nid=10526

Tuesday, August 19, 2008

Más libros

Acabo de linkear dos "libros" (por decirlo de alguna forma) de relatos, escritos por quien ésto suscribe entre los 19 y 25 años, más o menos, contando reescrituras y correcciones.
Una serie pretendía ser una novela, pero terminó siendo un compilado llamado Aceptar la derrota, por razones que se explicitan en el epílogo de dicho combo de relatos.
El otro pretendía ser una saga familiar de asesinos, algo así como el padrino pero con muchos menos lazos con el mundo real.
No creo que vaya a trabajar más en ellos, así que ahí quedan, como escritos de juventud de los cuales rescatar algo pero avergonzarse en su mayoría.
Los textos que corregís más de lo necesario, a los que les dedicás demasiado de tu tiempo, son como el monstruo de Frankenstein: cosas hechas de pedazos de distintas épocas (lo cual, en un escritor, es lo mismo que decir distintas personas) que al final acaban por asesinar otros relatos con vida propia a los cuales podrías llegar a querer y hacer crecer, si dejás de lado la obsesión por el monstruo.
Así que, ahí quedan los monstruitos.

Monday, August 18, 2008

No tiene que salir bien a la primera







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Las historietas se hacen por ensayo y error. En todas las entrevistas a dibujantes que he leído, los artistas hacen hincapié en la necesidad de hacer varios bocetos previos de las páginas o portadas para ver qué funciona mejor y recién después atacar la página definitiva. No sólo eso sino que (como demuestran las imágenes de arriba) una vez hechos los dibujos definitivos, muchas cosas se pueden añadir, ocultar o mejorar, cortando, pegando, cubriendo con corrector o lo que sea.

En marzo del año que viene, para mis 31, planeo empezar a postear una miniserie de 5 números, mi primera incursión de largo aliento en los comics, más allá de historias cortas que he hecho esporádicamente y que están en los posts iniciales del blog. Y en ellas va a haber bastante papel cortado y corrector, de eso estoy seguro.

Tuesday, August 12, 2008

Demasiadas muertes


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Cuando fui a ver The Dark Knight, fui con mi mujer. Estuve pegado a la butaca las dos horas y media que duró la película. Desde la mitad hacia el final, ya me había compenetrado tanto que me olvidé que estaba mirando una película, lo cual, dicho sea de paso, es lo que se supone que toda película tiene que generar en el público.
Al salir del cine, manejando hasta la casa, le pregunté a ella si le había gustado y me contestó que no sabía si le había gustado o no, que el Guasón era demasiado malo y que en la película habían demasiadas muertes.
Llegamos, me puse a comer una porción de torta que me quedaba de la cena en el patio de comidas, y en la tele estaba Crónica TV dando un flash informativo: habían encontrado a los dos nenitos de la denominada Masacre de Campana, muertos a mazasos o hachazos en la cabeza, y la primera hipótesis (que después se demintió) era que los habían matado primero a ellos, delante de los padres, para hacerlos sufrir.
¿Y en la película habían demasiadas muertes? ¿Y el Joker era demasiado malo, demasiado lunático?
Mi mujer se puso a llorar y estuvo llorando callada más de media hora, y yo no sabía qué hacer. Tenemos una beba de tres años y ella está además embarazada y es obvio que cualquier cosa que tenga que ver con nenes chiquitos le pegan el doble. Y yo en esas circunstancias no tengo cosas muy positivas para decir. Mi idea de la humanidad no es la mejor precisamente. En las noticias hablaban del final menos esperado, pero yo lo esperaba. No lo deseaba, por supuesto, no soy un enfermo mental, lo esperaba en el sentido de que sabía que era altamente probable que los hechos se terminaran desarrollando así. Eso es lo que la gente hace, o lo que cierta clase de gente hace: destruye, mata, sin importarle a quién o de qué manera.
Al menos en el mundo de los superhéroes alguien los atrapa y los manda al manicomio, o el destino hace que se tropiecen en la azotea de un edificio y mueran. Acá, en el mundo real, van unos años a la cárcel, salen con una tobillera de mierda y vuelven a matar.
Creo que esa es una de las razones por las que algunos preferimos sumergirnos en los mundos de ficción. Escapismo le dicen, para denostar. Pero ¿quién puede elegir vivir las veinticuatro horas en el mundo real si tiene la opción de escaparse, aunque sea un rato?

Monday, August 11, 2008

The Dark Knight (dos) - cine


Había dicho que no iba a decir nada acerca de TDK pero, como es usual, se ha desatado la polémica entre los lectores de comics acerca de qué es una adaptación fiel, que por qué Alfred no es flaco, pelado y con bigotes, porque el origen de Two Face tiene que ver con el Joker, por qué parece más una películas de gangsters que una de superhéroes.

A mí lo que me importa es la fidelidad al concepto, cosa que TDK cumple con creces, desde mi perspectiva. Como lo señalé por ahí, en TDK el personaje de Batman es un cruzado, alguien que se pone en segundo plano para seguir con devoción religiosa una causa, que en su caso no es un dogma ni la ley como un conjunto de reglas escritas, sino la justicia como él la concibe. Después de todo, eso es un héroe, alguien que impone sus ideales pasando por encima a las reglas sociales aceptadas en su tiempo y lugar. Es alguien que está por encima, un nivel más arriba que un humano corriente pero uno por debajo que un dios. De ahí viene la acepción original del término. Como después adoptamos la idea de que no había varios dioses (que eran los padres o antepasados de los héroes clásicos) sino un solo dios, y que ese dios es todo bondad, se siguió la relación mutua del héroe con la bondad, pero al principio era sólo un ser no del todo atado por la moral de los seres humanos comunes.

Ahora, siendo un cruzado, Batman pone por encima de sí mismo su causa. Al final de la película se ve claramente como, aparte de caricaturizarse en su personalidad de Bruce Wayne para poder actuar como Batman sin que se sospeche de él, también está dispuesto a ensuciar la reputación de su propia máscara. Se quita a sí mismo todo en pos de su ideal. No le queda nada. Bruce Wayne es visto como un ricachón imbécil y vacío y Batman como un asesino. Él mismo se deja sin nada que los demás puedan amar o respetar.

Más allá de la calidad de la película, del ritmo imparable y las excelentes actuaciones, creo que los muchos detalles que muestran un respeto absoluto por la esencia de los personajes (más allá de cambios en los orígenes y personalidades), son las que hacen de TDK la mejor película sobre Batman hasta el momento. Lo malo es que con las dos partes Christopher Nolan dejó todo tan bien atado que dudo que se haga cargo de una tercera.

Sunday, August 03, 2008

The Dark Knight - cine


La película perfecta de Batman existe y se llama The Dark Knight.
Y es todo lo que tengo que decir acerca del tema.

Tuesday, July 29, 2008

Batman Año Uno y el color






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Hace poco apareció en los kioscos el tomo de Planeta de Agostini conteniendo la miniserie Batman Año Uno. En los 90s ya la había comprado cuando la publicó la Editorial Perfil, pero dado el precio y dado que nunca está de más tener un tomo en la biblioteca (que es mucho más fácil de buscar que las revistas individuales) lo compré. La calidad del papel es muy buena, los diálogos está ajustados a los globos y los cuadros de diálogo, cosa es que es buena y mala al mismo tiempo, porque por un lado es más placentero de leer así, sin tener que ir a otro globo para completar una frase, pero por otro lado, la traducción de Perfil quedaba demasiado larga por ser puntillosamente literal, o sea que lo que leemos ahí está más cerca de lo que el guionista original escribió. Una de cal y una de arena, como siempre pasa con las traducciones. No existe la traducción perfecta.
Pero lo que sí me genera algo de rechazo en los dos tomos (Año Uno y Año Dos) es el color. No hay casi colores puros, sino que las páginas está teñidas en su totalida de azul, gris o marrón, con lo que se pierden detalles que son importantes, o que al menos hacen que a la vista la edición de Perfil (en papel barato y al día de hoy amarillento, al menos en mis copias) sea más fiel, más significativa, si cabe el adjetivo.
Por ejemplo, los cuatro capítulos de la saga comienzan con una página de presentación, un par de frases demoledoras, marca de la casa de Frank Miller, con una imagen en fondo blanco (como la de la primera imagen). En el tomo, el fondo blanco de las cuatro ha sido reemplazado por un marrón oscuro que no tiene nada que ver y que no transmite la misma sensación, no hace destacar las figuras como el fondo blanco. Un error.
Escenas importantes como la de la segunda imagen, con Bruce Wayne arrodillado frente a la tumba de sus padres (toda una escena que se presenta larga, interminable en la mente del lector, aunque sólo dura una viñeta en la página, otra de las genialidades que generaba Miller cuando era genial), se arruina al ensuciar el blanco y negro puros con una estúpida aura azul que circunda la escena. Otro error, grave.
Con las otras tres imágenes pasa casi lo mismo: las calles con sus neones y colores chillones se convierten en el tomo en una oscura calle amarronada que no tiene nada que ver con la zona roja de una ciudad como Gotham; toda la fuerza simbólica contenida en el acto de Batman de tapar ese fuego de reflejos rojos furiosos queda anulada al pintar la página completa del mismo color de la viñeta inicial; y en la última, la deseperación del grito con fondo rojo también se diluye por culpa del color.
Lo que no sé es si se trata de un error de la edición de Planeta de Agostini o si ya en los tomos norteamericanos hicieron ese cambio de color para darle a las historias un aire más "oscuro".
Sea de quien haya sido la decisión, Año Dos tiene los mismos problemas con el color.

Sunday, July 13, 2008

The Host - dvd



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Estamos malamente acostumbrados a las películas norteamericanas de monstruos, que son esquemáticas (como las películas norteamericanas de lo que sea), predecibles y, hasta cierto punto, son la misma película repetida y cambia un poco el monstruo dependiendo del presupuesto que tengan o de si hay alguna nueva tecnología que aplicar.
Por suerte no solamente en norteamérica se hacen películas. La macana es que rara vez vemos nada que venga de otro lado. Por suerte, de nuevo, ha llegado a los videoclubs (¿o son devedéclubs ahora?) The host, película coreana del 2006 que, como lo dicen los afiches, probablemente sea la mejor película con mostruo de la historia. Y no precisamente por el monstruo, que está perfectamente hecho, sino por los personajes humanos y la trama en sí.
Lejos de la costumbre de ir mostrando el bicho de a pedacitos y recién dedicarle un plano de cuerpo entero al final (exacerbada en Alien, por ejemplo) acá el monstruo empieza a comer gente a los cinco minutos, en una larga escena que podría ser a este género lo que fueron los veinte minutos iniciales de Rescatando al soldado Ryan para las películas de guerra.
Los protagonistas son una familia disfuncional (un hombre viejo y sus tres hijos) que intentan rescatar a la hija de uno de los hermanos, atrapada por el engendro. No hay ningún marine, ni militar, ni ex-policía como en todas las películas yankees de este estilo, sino sólo una familia que no tiene la más mínima idea de lo que está haciendo, pero igual lo hace.
Hay escenas sublimes, como la cena imaginaria (ya van a ver a lo que me refiero) y, aunque a algunos les puede parecer una nota negativa, a mí me gustó mucho el hecho de que la película, más allá de centrarse en la cacería del mosntruo, tiene varios registros y por momentos en un drama, por momentos una comedia, por momentos es de suspenso y en otros de horror.
Las actores están muy bien dirigidos, sin hacer gala de la sobreactuación típica de los films orientales. En ciertos pasajes la película engresa en el género grotesco, pero de forma muy medida y con una clara intencionalidad.
Hay quien ve una lectura política. Tal vez la haya pero, incluso sin ella, es una gran película, la mejor que he visto en el año y la mejor película oriental (dejando de lado el animé) que he visto en mi vida.
Alquílenla.
O bájenla de internet, lo que más les guste.

Thursday, June 26, 2008

Series de televisión

Ya que no tengo plata para ir al cine, estoy adquiriendo mi dosis de ficción audiovisual del cable. Sigo cinco series excelentes que recomiendo a todo el mundo y de las cuales voy a hablar con más detalle después: Son:
-Lost
-Veronica Mars
-Doctor House
-The big-bang theory
-Numb3rs
Son series muy diferentes entre sí pero todas altamente recomendables por sus buenos guiones. Observándolas detenidamente he sacado varias conclusiones acerca de cómo contar una historia que no aburra y mantenga el factor sorpresa constantemente al máximo. Ahora me falta incluir eso en mis textos, si es que puedo.
Obviamente, queda afuera de esa caracterización The big-bang theory, de la que simplemente saco el humor más inteligente (y nerd, por otro lado) que he visto en años.

Friday, June 20, 2008

Gente que ya no está

Anoche tuve la extraña experiencia de seguir la muerte de la primera amiga que tuve en Neuquén por el Google.
Me habían dicho hace unos meses que había muerto, pero la verdad que no lo creí demasiado porque la persona que me lo comunicó no es de mi entera confianza. De hecho fue una de las causas de que ella y yo dejarámos de ser amigos.
Pero anoche me acordé de eso y busqué su nombre en el Google y, de a pedazos, fui consiguiendo detalles de su enfermedad y muerte. Fue hace dos años y unos pocos días, a finales de junio del 2006.
Iba a colgar lo que encontré, pero me parece una morbosa falta de respeto.
Fue muy raro hacer una especie de luto virtual, digital, tanto tiempo después.
Leer la muerte de alguien de tu pasado en una pantalla es más impersonal incluso que escucharla por teléfono. No es siquiera una noticia: es un texto, es historia.
Hacía mucho había perdido el contacto con ella. Yo soy así: las personas que salen de mi rango de acción, que dejo de ver todos los días, caen muy rápido en el olvido, casi en la inexistencia. En la secundaria no me quedaban amigos de la primaria; en la universidad perdí todo rastro de mis compañeros de secundaria, y así sigue. Pero a todos nos pasa lo mismo, creo.
Definitivamente, la amistad requiere trabajo, un trabajo que al parecer no estoy dispuesto a tomarme.

Wednesday, June 18, 2008

Tuesday, June 10, 2008

Equilibrio

No hay que ser rencoroso ni vengativo, pero siempre es bueno asegurarse de que la balanza kármica recupere su equilibrio

Monday, June 09, 2008

Cielo e infierno


Cuando murió mi viejo me di cuenta de que la noción de cielo no la inventamos para nosotros. En realidad, creo que no nos importa demasiado a dónde vamos después de morir: lo que nos importa es seguir viviendo. Así que el cielo, para mí, es el lugar que inventamos para poder creer que las personas amadas que se han ido puedan estar todavía existiendo pero de otra forma, en forma de alma, de esencia, de lo que sea, donde tengan la posibilidad de apartar las nubes y echarnos una mirada.
Paralelamente, el infierno es el lugar que repararía las injusticias que acá es imposible castigar. No tanto como una forma de asustarnos a nosotros mismos y forzarnos a actuar bien (¿qué es actuar mal y qué es actuar bien, después de todo?), sino para mandar ahí a los que merecerían sufrir un infierno en vida y sabemos que no será así.
Esa idea la tuve ayer a la mañana, no recuerdo por qué, pensando en Bush. El tipo dejó que estrellaran aviones contra dos edificios porque eso servía a sus propósitos, mandó a asesinar y a morir a miles de personas escudándose en mentiras, para robar fuentes de energía y consolidar un poder político que con suerte será el suyo y en el peor de los casos de alguna sociedad secreta empeñada en que nos muramos de hambre y nos matemos entre nosotros para que ellos vivan cada vez mejor. Y no va a pasarle nada. No va a pagarlo nunca.
Para ese tipo de gente inventamos el infierno.

Tuesday, May 27, 2008

Publicidad

Tenemos bebidas con ingredientes desconocidos que nos permiten ser una familia feliz. Tenemos máquinas de afeitar que nos proporcionan el triple de mujeres. Tenemos cremas que actúan al nivel del ADN.
Ya pasamos de largo el Primer Mundo. Estamos en el Mundo Cero.
Y si no fuera por los comerciales, ni siquiera nos enteraríamos.

Tuesday, May 20, 2008

Tarot de Buffy, la Cazavampiros



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Como para demostrar que estamos en la época de la multimedia, varias series que de televisión que han sido canceladas están teniendo sus continuaciones en otros formatos: películas, historietas, juegos de video, etc. No sólo eso, sino que los productos asociados dejaron de ser sólo muñecos, llaveros, tazas decoradas, adornos para fiestas de cumpleaños y cosas así. Una prueba de eso es el recién juego de cartas de Tarot de la serie Buffy la Cazavampiros, recién salido a la venta. Una forma bastante interesante de aprovechar la veta esotérica de la serie.
Arriba dejo algunas imágenes, para que salgan rumbo a una gráfica y se hagan un par de posters.

Wednesday, May 14, 2008

Mike Wieringo


Hace unos meses murió el dibujante norteamericano Mike Wieringo. No era de mis dibujantes preferidos, pero me gustaba. Ví sus dibujos por primera vez como a los 17 años, cuando le di plata a una amiga (que también murió, por lo que me contaron) y me trajo un tomo de Flash de Buenos Aires.
Lo que me sorprendió de las noticias acerca de su muerte fue que no se centraran en lo prolífico de su carrera (aunque era prolífico), ni en sus apariciones en la web (terminaba al menos un dibujo a lápiz por día, cosa poco usual, y solía postear casi todo), ni en su influencia en otros artistas (que también la hubo, y bastante). No, nada de eso. Esas características aparecían siempre como una acotación, como algo secundario. Lo que recalcaba todo el mundo (colegas y fans que lo conocieron en firmas de autógrafos y convenciones) es que era un BUEN TIPO.
Los dos o tres días en que la noticia apareció en todas las páginas web o lo blogs que visito asiduamente, me conmovió leer siempre lo mismo: todos se lamentaban no de la pérdida de un dibujante original y cumplidor con sus encargos de laburo, sino de la pérdida de un tipazo. Es lo que todos queremos que pase el día que ya no estemos supongo.
Hoy, en un canje, encontré un comic de Wieringo y después de comprarlo me di cuenta de algo más: ya entró en el terreno de la Obra Completa, ya nunca va a volver a dibujar nada, lo que hay es todo lo que habrá, y los lectores tenemos la posibilidad de conseguir toda su obra y formarnos un juicio acerca de ella como totalidad.
Es otra cosa que también creo que todos, al menos los que hacemos algo creativo, aspiramos que pase el día en que ya no estemos.

Sunday, May 04, 2008

Nada te impide no estar


El viernes pasado fui a ver tocar a Senderos, la banda de mi hermano Damián. Precisamente el estribillo del tema que le dio nombre a la banda dice eso de "Nada te impide no estar", y me puse a pensar cómo se nos hace creer permanentemente que tenemos que tomar partido siempre, que tenemos que estar en un lado de cualquier confrontación, bajo la pena de sentirnos unos traidores o de no ser seres humanos o artistas "comprometidos".
Yo trato de estar en el lado de afuera. Como decía un escritor argentino, el lado de afuera no es un lado ni es otro, es el lado de afuera, donde experimentás la más eufórica de las soledades. Pero no es por eso, no es por estar solo, sino por tener una perspectiva más amplia. El que está dentro de la diálectica del enfrentamiento no ve los motivos (ni los propios ni los ajenos), está demasiado ocupado luchando como para ver otra cosa que no sea el enemigo frente a él. Y hay que ver y saber más que eso. Hay que saber que la mayoría de las veces, cuando entramos en una turba ciega que sólo quiere arrancarle los ojos a otra turba ciega, estamos haciéndole el caldo gordo a algún hijo de puta que se beneficia de nuestro sufrimiento.
Yo trato de no caer en eso. No pertenezco a ninguna religión, ningún partido político, ningún cuadro de fútbol, y en general trato de estar fuera de cualquier polarización pelotuda que sólo sirva para dividir. Lo cual no quiere decir que no tenga ideas religiosas ni políticas, sino que me reservo el derecho de usar los dogmas políticos y religiosos que otro quiera imponerme como el más suave papel higiénico.
Así que ya sabés: cuando traten de enfrentarte a otro bando para que alguien recoja las migajas y baile sobre tu sangre, acordate de que nada te impide no estar.

Saturday, April 26, 2008

Feminismo


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Estos graffitis y otros similares están ubicados a lo largo y ancho del centro de la ciudad Neuquén, y fueron escritos con motivo del día de la mujer. No los entiendo, la verdad. No entiendo el feminismo. Tal vez porque soy varón. Si en mi próxima vida nazco como mujer espero poder entenderlo, porque sino se me va a hacer difícil.
Comprendo la búsqueda de una equiparación de oportunidades entre los sexos, de la superación de roles arcaicos, de la igualdad jurídica y laboral. Pero el feminismo no es eso. El feminismo dice "Varones y mujeres somos iguales, mientras las mujeres seamos superiores, tengamos más derechos y los varones nos pidan perdón por lo que hemos sufrido en todos estos siglos de patriarcado".
Lo lamento, pero yo no puedo, ni me parece lógico que se me pida, pedir perdón por lo que no hice.
Tengo una hija, la crió a medias con mi mujer, compartimos responsabilidades y gastos, el trabajo de la casa, el tiempo y las labores con mi bebé, y me parece una boludez sentirme avergonzado de ser varón. Tomé concientemente la decisión de ser más que sólo el "proveedor" y dejarle toda la parte del amor y el cuidado a la madre, porque criar hijos así es una mierda. A eso me refiero con roles arcaicos.
Otra cosa: el discurso de que las mujeres son sólo un par de tetas y un culo, es un discurso del machismo o del feminismo, uno lo sostiene y el otro lo debe sostener para refutarlo, porque de otra forma no tienen piso firme para sus reivindicaciones. No se trata de ser varón o mujer, creo que los varones y las mujeres a secas estamos en paz. Los machistas y las feministas son los que están librando una guerra que ni a los varones ni a las mujeres nos interesa.
Soy feliz teniendo una hija, y sé que cuando ella sea más grande va a ser más que un culo y unas tetas, porque la vamos a criar para eso, que va a estar más allá de definiciones pelotudas porque no va a considerarse una mujer sino una persona.

Thursday, April 17, 2008

Escuela de rock - de Richard Linklater

Escuela de Rock, con Jack Black, es la primera película que mi hija Lucía vió varias veces, sin ser de dibujos animados. Muchos mediodías poníamos el dvd para almorzar. Hace casi un año que no la vemos pero incluso ahora, si pongo los temas de la banda de sonido, ella se pone a bailar.
Es una buena película, a pesar de ser para chicos.
O es una buena película precisamente porque es para chicos, porque muestra y enseña las aristas positivas del rock and roll, la parte idealista, lo que debería estar detrás de una banda, más álla de la guita y las mujeres: el compromiso con un grupo, dejar de lado el ego para que lo que surge dentro de la banda pertenezca a la banda y no a cada uno, pensar (aunque uno de grande ya sabe que es imposible) que una canción puede cambiar el mundo, o al menos cambiar la cabeza de quien la escucha. Enfrentarse al Efe, como lo resume el personaje. Enfrentarse al Efectivo, crear en lugar de comprar.
Si eso no es una buena forma de vivir y un buen mensaje para los chicos, no sé qué puede serlo.

Wednesday, April 16, 2008

Universidad gratuita

Hoy a la tarde me tomé unas cervezas con el poeta Kalamicoy, y después de eso fui a cursar. O sea que fui a cursar entonado, como decía mi viejo, que también se entonaba de vez en cuando, sobre todo con una guitarra en las manos. Pero ese es otro tema.
No pasó mucho en la clase, pero cuando volvía a casa me ocurrió una de esas epifanías que nos caen encima a veces como si nos vistiéramos de certeza, como si la certeza nos arropara, y me di cuenta de que el hecho de poder ir a un lugar, sentarte, sacar un cuaderno y una birome y ponerte a aprender, sin necedidad de pagar cuotas ni nada por el estilo, la sola existencia de un lugar donde el conocimiento no sea un negocio, es maravilloso. Es realmente maravilloso.
Yo estoy muy lejos de la militancia y me rompen las pelotas los tipos que están en los centros de estudiantes para comerse el viaje de ser revolucionarios de barcito o, peor, para transformarse en cuadros políticos de partidos de izquierda, cosa muy simple porque sólo se necesita abrir la boca para gritar que estás en contra de lo que sea, pero tengo la seguridad de que la universidad pública es algo que vale la pena defender cuando alguien la ataca. Es algo que vale la pena vivir y legar.
Sería una verdadera mierda que nos recordaran como la generación que dejó destruir la universidad pública. Espero que no pase.

Tuesday, April 15, 2008

...and party everyday

Nunca pensé que iba a llegar el día, pero llegó.
Los que escuchamos rock and roll ya somos dinosaurios.

(Lo escribo mientras escucho el Use your illusion I en la computadora del laburo)

Monday, April 14, 2008

Alan Moore y la falta de ideas



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Una de las cosas que más admiro de mis guionistas de comics favoritos (Alan Moore y Grant Morrison, sobre todo) es la facilidad con la que dejan fluir las ideas, sin guardar nada para después. No sólo es admirable por el solo hecho de la productividad de su mente sino, lo que me suele caer bien de las personas en general, de la actitud que hay detrás: los tipos no tienen el más mínimo miedo de quedarse sin ideas, saben que si hoy desperdician una geniliadad, manaña se les va a ocurrir otra mejor. Creo que esa seguridad es lo que te lleva a seguir escribiendo. Si pensás que mañana no se te va a ocurrir nada mejor que lo que escribiste hoy, tenés dos opciones, o guardas tu "obra magna" y no la mostrás a nadie para que no te la roben, o la publicás y dejás de escribir.

Yo me decantaría por dejar de escribir.

Abajo de pestas líneas, les transcribo la descripción de Alan Moore para el primer cuadro de la página que está al principio del post, como para ilustrar mi posición.

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“En cuanto al detallamiento de los guiones de Moore, te pondré un ejemplo con su descripción “parcial” de la primera viñeta de la página 17 de este número.
“Más allá de los pájaros vemos la parte de atrás de un típico banco de parque inglés, situado a un lado de un camino y mirando justo frente a nosotros. Está hecho de madera y hierro forjado, y está pintado de verde oscuro. Parte de la pintura está desconchándose y hay graffitis por todo el banco... No podemos verlas ahora, porque probablemente el banco está situado bastante lejos, pero tené en cuneta para futuras referencias que hay pintadas como Arsenal are wankers (“Los de Arsenal son unos pajeros”), nombres de chicas como Debbie, Tracy, Jackie y Sue, a veces unidos a nombre de un chico (Kevin, Troy, Sean, etc.) por un númoer 4, como por ejemplo “Debbie 4 Kevin”. También hay pintadas políticas... una simple cruz en un círculo, a veces con las letras B.M. o las palabras “British Movement” al lado, o el casi ubicuo símbolo del National Front, el Frente Nacional, que consiste en la unión de las iniciales N y F de tal modo que las barras horizontales de la F surgen directamente de la segunda línea vertical de la N, convirtiéndolo en un símbolo que cualquiera de esos descerebrados racistas víctimas de la falta de educación y recortes similares en los presupuestos del estado puede dibujar hasta con los ojos cerrados. Las palabras I.R.A. o “Provos” también suelen abundar. El caso es que, sentados en el banco, tenemos a los dos personajes de negro, el hombre y la mujer, y los dos nos dan la espalda, por lo que no les vemos la cara. Están sentados de forma muy rígida, anormalmente rígida. Parecen demasiado estirados y formales, como para que sean dos personas sentadas de forma casual en un banco, y en todas las viñetas producirán una sensación de rareza.”

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FUENTE: Miraceman n° 7 – Editorial Forum – 1990(Se han adaptado algunas palabras al español rioplatense)

Sunday, April 13, 2008

Si - Rudyard Kipling

SI

Si pueden mantener la calma cuando todos los demás que te rodean
la están perdiendo y te culpan a ti;
Si puedes confiar en ti mismo cuando todos dudan de ti,
pero también puedes comprender sus dudas;
Si puedes esperar y no desesperar,
o si aceptas que te mientan pidiendo que no mientas,
O que te odien sin entregarte al odio,
y aún así no parecer superior ni hablar con excesiva sabiduría;

Si puedes soñar y no convertirte en esclavo de tus sueños;
Si puedes pensar y que las ideas no sean tu objetivo;
Si pueden enfrentarte al Triunfo y al Desastre
y tratar a esos dos impostores de la misma forma.
Si puedes soportar oír las verdades que has dicho
tergiversadas por truhanes con la intensión de engañar a los simples
u observar el rompimiento de las cosas a las que diste tu vida
e inclinarte a reconstruirlas con herramientas gastadas;

Si puedes acumular todas tus ganancias
y arriesgarlas en un solo envite
y perder y empezar de nuevo (por el principio)
y no dejar escapar ni una palabra acerca de la pérdida;
Si pueden forzar tu corazón, tus nervios, tus tendones
para que trabajen por ti después de desaparecer
y así aguantar cuando nada en ti hay
excepto la Voluntad que les dice "¡Aguantad!"

Si puedes hablar con las multitudes y mantener la inocencia,
o caminar junto a Reyes sin perder contacto con la humildad;
Si ni amigos ni enemigos verdaderos pueden herirte,
si todos cuentan contigo pero nadie lo hace en gran medida;
Si eres capaz de llenar ese minuto de gloria
con sesenta segundos que miran al futuro,
tuya es la Tierra y cuanto en ella existe, y -lo que es más importante- serás un Hombre, ¡hijo mío!

Saturday, April 12, 2008

Regularidad

Esto de forzarme a postear algo todos los días me hace acordar a cuando hacía talleres literarios, entre los 19 y los 23 más o menos. Es cierto, creo, que no se puede enseñar a nadie a escribir ni a tener algo interesante que decir. Si eso no está adentro tuyo no hay taller literario que valga. Por eso también, es un desperdicio pagar para que te enseñen algo que no puede ser enseñado y es un robo cobrar por ello. Claro que quien quiere dedicarse a la literatura, y vivir de ello de alguna forma, de algo tiene que vivir, pero ese es otro tema.
Lo que sí te dan los talleres literarios es la presión de la regularidad, de la fecha de entrega, algo que la escritura de guiones de historietas para publicar mensualmente también te da. Los escritores somos vagos por regla general, y la constancia que requiere el tener escrito un relato o un poema para la semana próxima te ayuda a organizarte y a dedicarle tiempo a generar ideas, elaborarlas y darles más o menos una resolución textual. Desde ese punto de vista (y dejando de lado el tema del talento y de las ideas) creo que los telleres son muy útiles. Y mientras más vago seas, más te van a servir.

Friday, April 11, 2008

Esto no es poesía - Lírica a la provenzal

Hubo momentos de caminar tan extraño
en los que sin amar decía te amo.
Corría el licor gris del desengaño,
los dos mentíamos, sufríamos ambos;
todo lo quisimos y todo lo probamos,
si alguna regla había, nosotros la obviamos.
Aquellos tiempos pasaron haciendo daño,
pasaron sin que quede ya de ellos rastro.

En otro tiempo, el de silencios amargos,
amando de verdad no decía te amo.
Mis labios con fuerza estaban sellados,
la cobardía los mantenía asegurados.
Las lágrimas en mí hacían estragos
siendo el mío un corazón oscuro y arrugado.
Pasó el tiempo y es un ayer sepultado
el de tantas horas de llanto solitario.

Ahora te miro y escucho tus te amo
y siento lo mismo sin querer evitarlo.
Tus ojos me miran con ese tibio encanto,
nuestras manos se acarician sin dudarlo,
nuestros cuerpos se estrechan, y no hay pecado.
Respiras en mi cara, secas mi llanto,
tu corazón late en la palma de mi mano.
De mí todo pensamiento es desterrado
y conozco tu sentir sin preguntarlo.
Los dos, por completo, somos un enunciado
que dice te amo sin decir te amo.

*

SOMBRÍO

Porque tengo a quien no amo
cuando amo a quien no tengo
es oscura desolación
la tinta de mis lamentos.

Porque no amo a quien veo
y el amor de mí se oculta
vivo privado de albas
alimentándome de penumbra.

Porque persigo a una sombra
y a mi lado una sombra percibo
de sombras se llenan mis días
y sombrío entre sombras vivo.

*

Porque en tu lugar encuentro tan sólo una herida
que sangra, duele, arde, por encima de mi vida.
Porque tu falta ahuyenta los días de mis días
y la esperanza resiste a la muerte de rodillas
mientras el corazón deserta y me deja en agonía,
y veo tu figura conmigo y te abrazo todavía
aunque abrace a la sombra que quedó tras tu partida.
Porque recuerdo tus labios y mi boca está vacía,
y así me hago pedazos y mi alma gime, grita,
aunque a pesar de todo no puede y no evita
que el amor mendigue a las puertas de la mentira
y muera, y luego renazca al forzar tu cercanía.
Porque tu recuerdo me inunda el alma sin medida
como anegan las lágrimas mis frías mejillas
al mirarte y no sentir que me acaricias con la vista
o al saber que me encierro en el pasado, y sin salida.

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Poemas (por decirles de alguna forma) escritos entre mis 14 y 16 años, más o menos. Diré en mi defensa que en ese entonces era joven e inocente, y tenía una idea muy errada de lo que es la poesía.
Justificarse está a mitad de camino entre abjurar del pasado y hacerse cargo. Así que ahí está eso.
De todas maneras, esa es la clase de textos que más le gustan a mi vieja y siempre que me pide que vuelva a escribir cosas así. Suele pasar.

Thursday, April 10, 2008

Aventuras Extrañas de los 50s










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Le recomiendo a cualquier persona a quien, como a mí, le gusten las historietas o simplemente las ilustraciones viejas y fumadas, que entre en http://www.milehighcomics.com/. Es una tienda on-line para comprar comics, pero tiene la particularidad de colocar las portadas de muchas de las revistas que venden. Para los que no vivimos en Norteamérica y nos es imposible conseguir material de los 30s en adelante, es una oportunidad única para ver esas maravillosas obras de arte lisérgico.
Quería traducir lo que aparece escrito, pero no me da el tiempo.
Muchas de las portadas de los 50s y 60s son prácticamente microrrelatos contados a través de la imágen y uno o dos globos de diálogo. Ya voy a escribir más sobre eso.

Wednesday, April 09, 2008

El bajón de los 30

Hace un mes y algo cumplí 30 años y, lejos de lo que me pasaba antes, que los cumpleaños eran la época más feliz del año, se me cayó un poco la estantería. Me di cuenta de que estaba más solo de lo que pensaba, de que todo se había comprimido y reducido como pasa con las comidas cuando pierden agua, o sea, que quedaba lo esencial y que era bueno pero poco. Me queda familia y amigos, pero los compañeros de ruta y asados ya no están. Es lo que pasa a medida que crecés, supongo. Debe tener que ver mucho el tema de no salir hace mucho a la ruta y no ir a asados. Ahora soy un padre antes que otra cosa.
Pero como de todo se puede sacar algo constructivo, saqué esto: cortar con las boludeces. Al menos con las boludeces que no me cortaron a mí antes. Dedicarme a lo esencial, no sólo dedicarle tiempo sino ponerlo en primer lugar, como prioridad. Así que este es el plan: recibirme a los 33, no publicar más librejos artesanales y terminar dos libros para el 2010: uno va a ser una novela y el otro un libro de poemas, probablemente el último. No creo tener lo que se necesita para escribir poesía. Para mí la poesía es algo trascendental y no me da el cuero, así que recopilaré las boludeces que tengo a medio terminar con tiempo y después me dedicaré sólo a la prosa hasta que la marea cambie otra vez.
"Lord Morfeo aprende que uno debe cambiar o morir, y luego toma su decisión" (Neil Gaiman).

Tuesday, April 08, 2008

Me llamo Cosme Fulanito



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La semana pasada ayudé a mudarse a mi hermano y pude llevarme, cual trofeo de guerra recogido de entre los despojos, un ejemplar de la edición original de 4 Segundos de la Editorial Pipabang. Vale decir que no soy amante de las obras humorísticas, pero igual 4 Segundos me hace retorcer de risa. No puedo asegurar que sea la mejor historieta cómica hecha en Argentina, pero al menos es la mejor que he leído yo.
Aparte (como lo demuestran las hojas ut supra) ratificó una intuición cultural que me viene dando vueltas hace mucho: si no mirás Los Simpsons, no entendés nada.
[ampliaremos en próximas ediciones]

Sunday, April 06, 2008

Joe Kubert y el Sargento Rock



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A medida que vas excavando en las influencias de los autores que te gustan (músicos, cineastas, dibujantes, lo que sea) llegás a conocer y valorar a aquellos de quienes tomaron su inspiración y sus ganas de dedicarse a eso que al final fue su carrera. Hablando de dibujantes de comics, uno de los artistas a los cuales llegué por recomendación de otros artistas de Joe Kubert. Fundador de la primera escuela de historietistas en norteamérica, Kubert es una leyenda en su campo. Aparte, se nota en seguida que es un genio, alguien dotado desde el nacimiento con una facilidad extraordinaria para dibujar.

Tengo un libro suyo en el cual enseña a dibujar, y una de sus lecciones es hacer varias veces la mísma página o la misma portada, para ver qué elementos funcionan y cuáles no. Pero es obvio queuna vez que ha decidido la composición y repartido el peso de la página, dibuja a mano alzada, sin boceto previo sobre la hoja. No sé cuántas personas pueden hacer eso.

Lo único que me molesta esque gran parte de su carrera la ha dedicado a dibujar comics bélicos (como el de la imagen más arriba), y me pregunto si el tema en el cual se ejercita el arte de un genio que admirás te permite criticarlo de forma negativa o si hay que valorar el arte por encima de la historia a la cual sirve.

Tal vez él ni siquiera quería dibujar comics de guerra, tal vez era lo que se vendía en esa época y no había otra opción. No sé. Debería averiguar.

Wednesday, April 02, 2008

Cosas viejas

UN TAL QUIJANO

Avanzando por los senderos de la Mancha,
sobre el rocín Rocinante,
la lanza enhiesta, la cabeza gacha,
divisé al infeliz viejo aspirante
a los honores que ganan en batallas
los heroicos caballeros andantes.

Paseándose por sus abolladuras
el astro rey arrancaba dorados
destellos a la opaca armadura
mientras el valiente anciano
recuperando iba la cordura.

El silencio explotó ensordecedor,
la luz erosionaba sus cuencas,
el pasado se amotinó en su razón
y, en el interior de alguna cueva
esculpida en su corazón,
la locura se refugió con pena.

Sobre el cuero de la montura
paseaba la luz del mediodía
cuando cayó sobre la tierra dura
la pendenciera algarabía
que –cimentada en la locura-
mentía un sentido a la vida
del desgarbado don Quijote.

Miró luego hacia el cielo
éste solitario hombre
sin hallar consuelo
que su sufrir conforte.

“Y soy sólo un tal Quijano”
se lamento con voz cansada
sin advertir que, a su lado,
descorazonado lo observaba.

“Los sueños vuelan como las alondras,
también huyen los ideales,
escapa la sed de grandes obras
y el ansia de heroicidades...
vuelvo yo a ser una sombra
de ese ser que contra mares,
tormentas, dioses o fabulosas
criaturas daba embate”.

“Sólo un humano insignificante,
soportando la travesía
por éste río rebosante
de necedad y fruslerías.
Sólo eso soy, como lo fui antes,
no un héroe de caballerías”.

Lo miré acongojado,
con el mentón tembloroso,
los ojos llorosos
y el rostro empapado.

“Se -dije- lo que se siente
ver morir las esperanzas
bajo el peso inclemente
de la realidad que las aplasta.
Sé lo que es vivir prisionero
de la razón y de las normas,
he conocido el derrotero
al que ahora tú te asomas
y no puedo –y no quiero-
permitir que lo recorras”.

Tomé toda mi insania,
mi falta de prudencia,
mi idealismo y mi alegría,
mi fe en toda potencia
cuya arcana existencia
subvirtiera las jerarquías
de mi humana inteligencia.
Tomé de mí la paciencia,
que se necesita sin medida
para enfrentar con diligencia
y tenacidad causas perdidas.

Formé con ello un escudo,
un yelmo y una lanza
y lo obsequié al maduro
caballero de la Mancha.

Con ello retomó su rumbo
hacia aventuras insensatas
contra los órdenes del mundo
y las jerarquías humanas.
En sus armas de metal
lleva parte de mi alma;
sé que ahora es menos genial,
pero al menos sigue en marcha.

Nunca volví a verlo,
pues se llevó lo que me falta
y necesito para hacerlo:
desde que le di mis sueños
imposibles y mis locuras
sólo tengo ojos en la cara,
no percibo con los sentimientos
porque los ciega la cordura.

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Recomencé la carrera de Profesorado en Letras por enésima vez. Estoy cursando Literatura Española y Lingüística.
Es bastante raro volver después de 4 o 5 años de no pisar la Universidad, y más todavía estar escuchando las mismas cosas, los mismos conceptos, que hace 11 o 12 años y ver lo poco que cambié frente a las materias. No me siento ni más seguro ni más experimentado en nada, pero al menos tengo una nueva perspectiva y la firme resolución de cumplir los 34 años ya recibido. Lo que haga de ahí en más es otra cosa.
Cursando me acordé cómo muchos de los relatos o poemas que escribía hace años tenían su raíz en las clases. Siempre algo enciende las ganas de escribir. Para mí por lo general es un libro, ideas que leo y no llegan a sus conclusiones lógicas (al menos lógicas para mí) y que, solas, generan un relato en mi cabeza. Pero las clases son una buena forma de hacer surgir tramas. Creo que eso es bueno porque te relaciona más con lo que intentás aprender, porque en cada relato que inventás hay algo tuyo, y si el relato surge de tu materia de estudio de alguna forma te acerca a ella.
El poema que está más arriba lo escribí hace como 10 años. En esa época cultivaba la rima. Como todos al comienzo, creo.

Tuesday, March 18, 2008

J. Rodolfo Wilcock de saldo

¿Qué hacés si estás en el supermercado, te alejás para ver la mesa de libros de saldo, abrís uno en la página 97 y leés: “Ya desde antes de volverse un asteroide el veterinario Tontino era muy afecto a las bromas”?
Yo lo compro sin pensarlo dos veces.
Así es como conocí al enorme J. Rodolfo Wilcock, amigo de Borges y Bioy, según la solapa, y con una trayectoria nada despreciable en poesía y prosa, en español e italiano.
El libro del que hablo se llama El libro de los monstruos y está a 6,50 $ (si no lo han aumentado) en el Jumbo de Neuquen. Supongo que en otros lugares se conseguirá también. Cuando un escritor cae en la mesa de saldos, suele hacerlo en todos lados. Creo incluso que para un escritor la mesa de saldos debe ser una de las formas del infierno.




El libro es muy fácil de leer, aunque recomiendo hacerlo de a poco, para no cansarse del método que utiliza, que es la descripción física, mental y laboral de sus monstruos. En efecto, de cada personaje nos cuenta su apariencia, sus ideas, sus manías y su trabajo. Esto le permite apuntar a distintas direcciones con cada relato: algunos son disparates puros, otros tienen la extraña belleza de describirnos seres inexistentes que nos gustaría que existieran, otros son comentarios políticos encarnados en asquerosos cuerpos, otros describen defectos cotidianos llevados al absurdo y las consecuencias corporales que transforman a sus experimentadores.




Como el libro me pareció muy bueno, compré todo lo de Wilcock que fui encontrando, y en las vacaciones me llevé para leer El templo etrusco. De nuevo la primera impresión fue decisiva. Un libro que comienza: “Como la plaza era redonda, el Concejo Municipal había decidido construirle en el medio un pequeño templo etrusco” no puede ser malo.
A partir de ese inicio tan simple, absurdo y prometedor, la trama nos lleva por decenas de catástrofes que ocurren en una cuidad donde todas las personas responsables se han ido de vacaciones, dejando a un hombre inexperto, idealista y decidido con la misión de construir un templo y al mando de tres negros en estado de salvajismo preadánico, que sólo siguen sus instintos para olvidar al segundo, entre risas, las barbaridades que cometen.
En el libro, las escenas están repletas de tierra y agua, de excavaciones e inundaciones. Así también quedó el libro, después de que Lucía le reventara encima un globo de agua y lo tirase repetidamente al suelo. Pensé en prenderle fuego alguna esquina para que tuviera el honor de haber sido vapuleado por los tres elementos (el aire mucho no le hace a un libro, creo).
El libro es excelente en sus extremos. En la mitad decae. Sube hasta alturas inimaginables en un capítulo que cuenta la excavación con el lenguaje y los procedimientos orales de las epopeyas antiguas, y después se torna de lo más aburrido en unas postales fumadas que pretenden ser una especie de descenso a los infiernos, sin demasiada gracia. Al llegar a ese punto estaba ya decepcionado, pero entonces volvió sorprenderme con el siguiente fragmento:

Cuando sintió que estaba a punto de morir, la señora mandó a llamar a su hijo y le dijo sus últimas palabras:
“Quiero transmitirte mi sabiduría, tal como me fue transmitida por mis padres.
“Debes darle una forma a tu vida, y para darle una forma debes seguir las reglas.
“Las reglas cambian de un lugar a otro, pero una vez que has elegido un conjunto coherente, el conjunto vale en todos los lugares.
“Estos conjuntos de reglas tendrán validez mientras existan hombres sobre la tierra; no porque detrás de ellas haya algo que las gobierne, sino porque se gobiernan solas.
“Quien no da forma a su vida es como un animal, y es tratado como tal, con la desventaja de que no es un animal; pero las formas conocidas son muchas, y no nos corresponde a nosotros juzgarlas.
“Las reglas se gobiernan en la lengua, que es común a todos, y por lo tanto también son comunes las reglas; solamente cuando cambia la lengua, cambian las reglas.
“Debes decir siempre la verdad, o sea llamar agua al agua, y de las cosas que no se ven ni se tocan hablar los menos posible. El hombre que miente ha renegado de la propia lengua y por eso vive entre tinieblas, acosado por los espectros y los dragones de las lenguas inventadas. Tampoco debes darles a los nombres abstractos una realidad concreta.
“No debes tratar de imponer tu opinión –por más natural que sea el querer imponer el propio criterio– porque todas las opiniones son combinaciones de palabras, elegidas al azar en el libro de las palabras, y frente al diccionario tienen todas el mismo peso.
“La belleza y el bien no existen por sí solos, sino que son los hombres los que deciden en cada época y lugar qué es lo bello y qué es lo bueno, y no nos cabe a nosotros refutarlos: si quieres llamar noche al día deberás emigrar a una región donde llaman noche al día.
“El hombre y la mujer son diferentes, según las costumbres de cada lugar.
“Cuando esté muerta aún podrás encontrarme, pero sólo en los labios de los otros y en el desordenado libro de tu memoria.
“Nada sabes ni puedes saber de los vivos si no es a través de sus señales, y con mayor razón digo lo mismo de los muertos.
“No pidas amor a quién no lo recibe de ti, ni regalos a quien nada has regalado.
“Nuestra única posesión es nuestro cuerpo con su intelecto, y todas las demás posesiones son agregados incómodos y pérdidas de tiempo.
“No creas que si dos veces una legua suma dos leguas, doscientas veces una legua suma doscientas leguas, porque no puedes medirlas con tus pasos, y lo mismo vale para todas las cosas que no podemos medir directamente.
“No te alejes demasiado de la tierra, que es tu madre, ni de la sociedad de los hombres y de las mujeres, que son hijos de tu madre.
“Desprecia todo honor que no sea el de haber dicho siempre la verdad, y si la suerte hace de ti un esclavo, sé un esclavo alegre y veraz, y serás la envidia de tu amo.
“No busques el dolor físico, que puede mellar tu intelecto, pero no temas a la muerte, que no puede mellar tu intelecto.
“Tu muerte es una palabra que pronunciarán los demás, como la mía ahora.”

Hace unos años murieron, con diferencia de dos meses, mi abuelo y mi viejo. Uno, incluso en momentos así (o, tal vez, precisamente en momento así) se pone a pensar en cómo lo afectan las vidas de los demás, y lo que yo le reprochaba a mis mayores que habían muerto era el hecho de no haberme dejado pistas, al menos sus hallazgos provisionales (equivocados o no) de qué era la vida. Yo creo que eso es una construcción de generaciones, que dejándonos nuestras pobres seguridades vamos a ir haciendo que nuestros descendientes entiendan cada vez mejor qué carajo es esto de vivir y ser humano.
Parece que no soy el único que piensa eso, y los escritores solemos poner en el papel lo que no hemos tenido, no hemos recibido o no hemos dado en la vida real.
Y le agradezco a Wilcock por eso.

Foto excelentemente encuadrada tomada por Lucía (que tiene sólo 3 años) de CFC leyendo a Wilcock en un camping de Junín de los Andes.