Saturday, July 05, 2014

Plop y Frío/Subte - de Federico PInedo


Hace unos meses, en el no-grupo de narradores del que formo parte, se encendió una cierta efervescencia por el malogrado escritor argentino Federico Pinedo, autor de dos libros, ganador del Premio Casa de las Américas y muerto en sus primeros cuarenta. Los libros son Plop y Frío/Subte (más un relato no acabado que tiene por título Laberinto). He leído ambos libros en estos meses (sobre todo porque había decidido leer este año solo autores argentinos, cosa que cambió sobre la marcha), y tengo sensaciones encontradas.
Pinedo es bueno, empecemos concediendo eso. Tiene un manejo de los climas opresivos envidiable y la capacidad de seguir una idea hasta sus últimas consecuencias, cosas ambas que me gustan y me parecen no sólo valiosas a nivel artístico sino intelectual.
Puede reprochársele a Pinedo que domina bien los climas porque en realidad domina bien un solo clima, que es el opresivo, desesperanzado, solitario. No existe la esperanza en los textos de Pinedo, pero los personajes no la extrañan, están tan acostumbrados a sus respectivos mundos que se han olvidado de que alguna vez existió algo llamado esperanza.

Lo complicado de Pinedo, a pesar de que yo sé perfectamente que las características personales no tienen que afectar la valoración artística, es que tiene unas inclinaciones a la pederastia francamente preocupantes.
Lo dicho: eso no le quita ni le agrega nada como escritor, salvo tal vez el escozor incómodo cuando leés las barbaridades que escribe acerca de los pendejitos (barbaridades para nosotros, no dentro de los mundos literarios que él crea), pero como persona, estoy seguro de que si fuera mi vecino de al lado, no lo invitaría al cumpleaños de los nenes y les diría casi todos los días “Si viene el señor Pinedo cuando no están papá ni mamá, no le abren la puerta y nos llaman por teléfono en seguida”.

Lo realmente bueno de Pinedo, creo, es la forma en la que, narrando el comportamiento de seres humanos en mundos donde las normas culturales y sociales son otras (y no se cuestionan, del mismo modo en que nosotros raramente cuestionamos las que dan forma a nuestro mundo), nos hace ver lo arbitrarias y, en última instancia, carentes de fundamento real que son todas las normas culturales y sociales; denuncia su carácter de convención necesarias para lo que nosotros y sólo nosotros, aquí y ahora y sólo aquí y ahora, consideramos vivir como deben vivir los seres humanos. Y sólo por eso ya es un autor valioso.




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Action Comics de Grant Morrison














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Action Comics de Grant Morrison

Decepción. Eso es lo que sentí al terminar de leer el número 17 de la serie regular de Superman de ECC, de la cual compré sólo los números que reproducían los episodios de Action Comics guionizados por Grant Morrison, pensando que valdrían la pena en contraposición a los demás. Si son mucho mejores que los números de Superman, la verdad es que compadezco a los pobres incautos que los compraron y debieron leerlos. En realidad yo fui uno de esos incautos porque compré dos números de George Perez y la verdad es que daban pena, pero bueno...

Hay que decid de entrada que el de esta serie parece un Grant Morrison cansado, un Grant Morrison que ya puso el grueso de sus buenas ideas para el personaje en All-Star Superman y debió rasquetear el fondo de su vasija de ideas para buscar algo con lo que rellenar Action Comics. Y creo que lo que encontró fue la posibilidad de reversionar “¿Qué pasó con el hombre del mañana?” de Alan Moore: Mister Mxyzptlk, la Legión de Superhéroes, Brainiac, Lex Luthor, Metallo, las distintas clases de kriptonita... lo cierto es que la serie no parece algo salido de la cabeza de Morrison sino un arco argumental nostálgico regurgitado por cualquier guionista del montón con chispazos de genialidad circunscritos a una viñeta, a una idea visual, a una frase dentro de un diálogo.
Morrison ha decidido, eso sí, hacer uso de una estructura caótica que recuerda a otras obras de su autoría. Ha decido hace tiempo que aunque las historias internamente, en su desarrollo orgánico, vayan del punto A al punto B al punto C, él puede optar por mostrarnos el punto a, el H, el M y el X, en sucesión atropellada y deshilvanada, porque está seguro de que con eso nos alcanza para comprender lo que quiere contar y de que, si no lo comprendemos, nosotros, sus fans, nos culparemos a nosotros mismos por tarados en lugar de culparlo a él por innecesariamente complicado. Por supuesto, eso crea problemas de ritmo importantes y una sensación de falta de estructura que molesta mucho a la hora de leer. Pero uno se la banca durante diez, once números, porque es Grant Morrison y espera que al final todo valga la pena, que la historia funcione por acumulación y se cierre placenteramente con un giro genial e inesperado... cosas que nop, no pasa. De hecho, entre la laxitud general, los dos últimos números son sin duda los más flojos.

Pesa mucho Krypto en la historia, al punto que a veces me hacía acordar a Bolt, la película de Dysney, por la utilización emotiva de la relación entre “un niño y su perro”. Además, Morrison ya tuvo éxito con los animales en We3, así que es más o menos lo suyo.

No hay mucho más para destacar.

Los dibujos de Rags Morales, bien. Lástima que no dibuje todos los números. De los suplentes o colaboradores, muy bien Gene Ha, muy bien Cully Hammer, enorme Chris Sprouse.

Los rediseños de Metallo y Steel, un asco.



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Thursday, July 03, 2014

Colección de Novelas Gráficas de Marvel de Salvat



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Lo gracioso de la colección de novelas gráficas de Salvat es que ninguna es una novela gráfica.
Revisando el listado de las posibles publicaciones, las que han salido en Europa y Brasil, vemos varias miniseries pero sobre todo arcos argumentales importantes de series regulares. No es que me queje, pero me parece un intento bastante pavo de obtener respetabilidad a través del nombre, que debe ser una de las formas menos recomendables de ganar respeto.
La colección es buenísima, eso no se discute, tanto en las obras seleccionadas como en la calidad de los tomos y la relación precio/cantidad de páginas. Además, era necesario que alguien se encargara de seleccionar y publicar clásicos de Marvel y, haciéndose cargo Salvat, le sacan ese peso de encima a Ovni Press, que de todos modos en algo colabora. Aunque, debo decir, su colaboración es los diálogos es un poco... pecho frío, por usar un término futbolero y ponerme a tono con el mastodonte. Las dos obras que he leído hasta ahora, el primer arco del Spider-Man de Straczinsky y el primer arco de los Astonishing X-Men de Joss Wedon, me sonaron menos emocionantes desde los diálogos que cuando las leí por primera vez, en traducción de ConoSur y Panini España respectivamente. Pero puede ser solamente mi memoria molestando. Además, y aunque sólo sea por eso, está muy bien que cambien los “igual” por unos “quizás” o unos “tal vez”. De todos los modismos peninsulares, el “igual” con valor de duda es lo que más me jode leer y lo que más me arruina el ritmo de la lectura, porque tengo que parar y pensar y darme cuenta de que lo que quieren decir es que “tal vez va a pasar algo” y no que una cosa es igual a otra, así que en ese sentido la adaptación está bien, pero podrían ponerle algo más de pilas, algo más de emoción a los diálogos. Creo que con respetar lo que escribieron los guionistas originales debería bastar.
De los tres tomos que he comprado, el único que leí por primera vez es Avengers: Separados y, meh!... es Bendis y Finch, muchas frases cortadas, golpes bajos y dibujos llenos de rayitas, anatómicamente debatibles, los demás ya los tenía, y algunos de los que vienen (Wolverine, Iron- Man: Extremis, Daredevil: Reborn) también los he comprado en estos veintidós años que llevo coleccionando comics, lo que me hace dar cuenta de que, a pesar de las intermitencias y las colecciones canceladas y los largos períodos sin nada en los kioscos, hemos tenido bastante suerte en materia de obras cumbres de Marvel.
Espero que esta colección me permita saldar una gran cuenta pendiente que tengo con los comics, que es tener en mi biblioteca un tomo de alguna obra totalmente dibujada por Jack Kirby. Con eso me doy por satisfecho.


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