Esto de forzarme a postear algo todos los días me hace acordar a cuando hacía talleres literarios, entre los 19 y los 23 más o menos. Es cierto, creo, que no se puede enseñar a nadie a escribir ni a tener algo interesante que decir. Si eso no está adentro tuyo no hay taller literario que valga. Por eso también, es un desperdicio pagar para que te enseñen algo que no puede ser enseñado y es un robo cobrar por ello. Claro que quien quiere dedicarse a la literatura, y vivir de ello de alguna forma, de algo tiene que vivir, pero ese es otro tema.
Lo que sí te dan los talleres literarios es la presión de la regularidad, de la fecha de entrega, algo que la escritura de guiones de historietas para publicar mensualmente también te da. Los escritores somos vagos por regla general, y la constancia que requiere el tener escrito un relato o un poema para la semana próxima te ayuda a organizarte y a dedicarle tiempo a generar ideas, elaborarlas y darles más o menos una resolución textual. Desde ese punto de vista (y dejando de lado el tema del talento y de las ideas) creo que los telleres son muy útiles. Y mientras más vago seas, más te van a servir.
No comments:
Post a Comment