Wednesday, January 14, 2015

Invincible – de Robert Kirkman, Cory Walker y Ryan Ottley (Image / Ovni Press)

Invincible es la otra gran obra de Kirkman, junto con The Walking Dead. Y no podrían ser más distintas. Mientras en The Walking Dead lo único fantástico, anormal, es la presencia de zombies, Invincible está ambientada en ese mundo de fantasía y ciencia-ficción que ya normalizamos como universo superheroico. En las portadas, Kirkman se hace autobombo poniendo la leyenda “Probablemente el mejor comic de superhéroes del universo” (como una parodia-homenaje a los Fantastic Four de Marvel y su leyenda “Los mejores comics del mundo”) y yo no sé si en otras partes del universo se harán comics, pero si dijera “Probablemente el mejor comic de superhéroes del planeta” estaría totalmente de acuerdo.


Kirkman es un fan, eso es innegable. Y como fan sabe qué funciona y qué no, sabe qué cosas ya ha leído tantas veces que lo cansaron y cuáles nunca ha visto, qué vuelta de tuerca estaba ahí, picando como una pelota frente al arco sin arquero, pero nunca nadie hizo el gol por interferencias editoriales y demás razones de marketing. Y entonces él va y patea. La serie es eso: un golazo tras otro. No hay un solo número “quieto”, un solo número intrascendente: el status de los personajes cambia casi en cada página, los personajes se desarrollan de forma coherente y sorprendente al mismo tiempo (lo que es jodidísimo de lograr) y prácticamente todos son queribles (o al menos comprensibles) después de unos números.

Me hace acordar a otros dos guionistas: Erik Larsen (con cuyo universo superheroico está muy emparentado: Savage Dragon aparece bastante en Invincible) y sobre todo Joss Whedon (el creador de Buffy y quien mejor ha escrito a los X-Men después de Grant Morrison). Porque lo bueno de Whedon es que es también es un fan, y se nota. En los comentarios del dvd de Serenity (peliculón de ciencia-ficción escrito y dirigido por Whedon) él dice que, cuando creó la serie Firefly, no quería hacer algo que a los espectadores les gustara sino algo que los espectadores pudieran amar. Y esa es, resumida al máximo, la actitud de un fan devenido en creador. Y estoy seguro de que la cabeza de Kirkman funciona igual.

Otra cosa que me gusta de Invincible es que toca casi todos los temas que pueden tocar tanto la ciencia ficción como el subgénero de los superhéroes. Una pequeña lista de los tópicos que se pueden encontrar en la serie abarcaría:
*Extraterrestres y descendencia híbrida
*Viajes en el tiempo
*Universos paralelos
*Robots e inteligencias artificiales
*Hombres inmortales
*Viajes al espacio exterior
*Zombies (zombies mecánicos, para ser exactos)
*Clones
*Parásitos ladrones de cuerpos (body snatchers)
*Criaturas del centro de la tierra (homenaje al Mole Man de los Fantastic Four)
*Relación ciencia/magia (en la búsqueda de la cura para la “enfermedad” de Monster Girl)
*Parodias a Star Trek (es casi un género aparte dentro de la ciencia ficción actual)
Y respecto a los superhéroes, los tópicos son todos: cualquier cosa que haya pasado en un comics de superhéroes desde el número uno de Action Comics hasta hoy (la identidad secreta, los poderes, el legado, el romance, el supergrupo, los villanos), es usado, revisitado, sublimado, invertido, doblado hacia afuera como un guante, llevado al paroxismo o resignificado en cada número.
Eso sí: a diferencia de la media de los comics de superhéroes, Kirkman muestra mucha sangre en sus historias, lo cual suma realismo pero hace que Invincible no sea muy apto para niños. Es una serie para adolescentes y adultos que no sólo disfruten la lectura sino que capten los homenajes y las variaciones.


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