Diez para el poeta patagónico
1) En lo posible prescindí de las palabras patagonia, viento, frío, coirón, pehuén, marrón, paraíso, etcétera, salvo que te hayas mudado a la CABA y sientas nostalgia del terruño.
2) Es necesario que desmitifiqués el viento pues trae más inconvenientes que metáforas. El viento no produce poesía sino alergia.
3) Trabajá tus versos como si estuvieras en Miami o en París o en la Luna; explorá las posibilidades de viajar con tu escritura mientras no puedas hacerlo con tu plata.
4) El poema es como un chivo al asador: requiere de contemplación y paciencia. Hay poco peor que un chivo arrebatado.
5) Escribí antes de ocuparte por figurar en cualquier ránking. Hay quienes escriben mal, muy bien. La fama es un arma celosa en cuyo extremo se halla el silencio (¿?). No hay nada peor que un chivo arrebatado.
6) La lectura funciona para escribir. La ocasión, para publicar. Donde entra el tema del tarro es en cosas como el pretendido talento nato, que te lean y jaqueen, la posteridad al pedo.
7) No especulés con los efectos de tu texto porque no es de tu incumbencia. Ser escritor de versos es jodido pero a pesar de todo tenés que poner el lomo y más.
8) Poné el lomo y más: cómo será de jodido este oficio que grandes poetas y pensadores terminaron publicando al dorso de boletos de colectivo.
9) Hacé como Saccomanno que es poeta, periodista y narrador y un día agarró y se fue a vivir a una playa.
10) Hay que escribir en cuero como si fueran siempre estos 23 grados en mayo. Un chivo al asador es un poema con los brazos abiertos.
Tomás Watkins
22/05/09
1 comment:
Grande Tomás, la poesía como laburo, la de verdad. Y coincido: ser escritor de versos es jodido, más que la narrativa.
Lo sostiene uno que se está adentrando (con mucha irrespetuosidad e irresponsabilidad) en esto de los versos.
Abrazo
Post a Comment