Sunday, April 18, 2010

Las virtudes saltan una generación...


espero que también puedan saltar hacia adelante y hacia el costado, como los caballos en el ajedrez.
¿A qué va eso?
A que las dos personas que más admiro sean probablemente mis hermanos menores. Debería ser al revés, ya sé, pero entiendo que no me admiren ellos a mí porque siempre fui un gil, lo sigo siendo y no se ve, al menos en el futuro cercano, el momento en que deje de serlo.
Lo que más admiro de los dos es la capacidad que han tenido siempre para ser ellos mismos, sin que las presiones de los demás, del qué-dirán o de los grupos en los que han estado los afecten mucho. Claro que a todos nos afectan en cierto modo pero, como en todo, creo, el tema no es el hecho en sí sino las proporciones, y lo que ellos dos han privilegiado siempre es la propia opinión, la fidelidad a lo que son y a lo que quieren y a lo que les gusta.
Por mi parte, yo aprendí tarde y mal que la única verdad absoluta acerca de la personalidad es que no viniste al mundo para que otro te sancione, que te tiene que importar tres carajos lo que opinen los demás (lo que opinen, no lo que sientan, se trata de no ser esclavo de juicios y prejuicios ajenos, no de herir sentimientos porque sí), que el único que está con vos 24 horas al día sos vos mismo y que para los demás es bastante simple: si les cabe como sos se quedan cerca y sino se van a otro lado a hacer su vida piolas sin rencores y acá no ha pasado nada. Y que no se trata de contrariar o escandalizar a los demás de forma premeditada, perversa, patológica, pero tampoco de evitar el escándalo de los mojigatos políticamente correctos si es lo correcto y lo natural en determinada situación.
Damián y Ariadna lo supieron casi desde el momento de nacer. Hicieron de esa forma de actuar su bandera hacia el mundo. Y eso me parece altamente admirable.
Espero que Lucía y Santiago sean como ellos, que se parezcan a ellos más que a mí, que encontré la liberación de muchas boludeces ya pasados los veinte y después de grandes sufrimientos. Espero que para ellos ser libres por dentro sea algo tan natural como respirar, que ni siquiera mis propias expectativas los aten. Y por suerte los veo bastante parecidos a sus respectivos tíos. Incluso gente que no los conoce demasiado comenta que Santi les hace acordar a Damián y que Lucía es igual a Ari de chiquita.
A continuación les dejo dos poemas que escribí acerca de mis hermanos y que van a aparecer en Culpen a los aplausos, el libro de poesía más autopromocionado de la literatura patagónica de los últimos años.
Ahí van:

*

MARIPOSA

Magias en el cabello
magias en la cara
y una mirada de diamante

ya a los nueve años
eras más sabia que yo
llegando a la edad de la mariposa
sé que tu vida es una recta
y apunta al infinito

el mundo late en tu cerebro
con cada ráfaga de sangre

Magias en los labios
magias en las pecas

el tiempo destiñe
cuando brilla en tus ojos una idea

miles de generaciones
han vivido   aprendido
desde Chile hasta Japón
para crearte

atravesás la vida
con ojos asombrados
enormes
de animé
haciendo nota mental de lo que te rodea
creando lo que no era
hasta imaginarlo

como un árbol
cuyas raíces se extienden
hacia más allá de esta vida
nadie creería que el pasado
hace brillar tu frente

Magias en las uñas
magias en el cuello

tu sonrisa es una nova
explotando de luz sin fuego

***

Yo quería ser sacerdote
mi hermano militar

había algo muy mal en casa
obviamente
en la educación de nuestros primeros años
algo que buscaba ahogar a los demás
por dentro y por fuera
en cuerpo y alma
terminar con nuestra libertad y la de quien nos rodeara

miedo a ser libres tal vez
a la experimentación propia y sin las reglas
de algo supremo
o sólo superior
que dicte normas y castigos

dios ordenando mil sentadillas por cada pecado
un cabo midiendo la obediencia en términos morales
todo se mezcla

hemos crecido
involucionando hacia el hombre del carnaval y la feria de esperpentos
dignificando nuestros cuerpos con fermentos divinos y humos sabios
buscando hacia atrás el big-bang   la explosión primigenia
que revele a la cabeza su propia improcedencia
antes de hacerla desaparecer en luz

***


No comments: