Wednesday, February 17, 2010

Umberto Eco es un ladri

...en lo que se refiere a su labor como semiólogo. Ayer terminé de leer dos libros suyos, Seis paseos por los bosques narrativos y Entre mentira e ironía. El otro libro suyo que tengo y no es de ficción lo leí en mis vacaciones 2008/2009 y se llama Cinco escritos morales. Como ya desde el primer acercamiento me pareció un ladri decidí no leer nada más, para no malgastar tiempo y atención en boludeces. Lo que cambió el panorama fue El nombre de la rosa, perfectísima novela que leí el mes pasado y me hizo revalorizar a Eco como escritor y embarcarme en la lectura de los libros que tenía pendientes. Pero mi error fue no darme cuenta de que en algunos casos no es lo mismo escribir ficción que escribir... no sé cómo decirles... ensayos supongo, para ser respetuoso.


De ambos libros en conjunto rescato solamente dos cosas:

*el último apartado de Seis paseos..., donde habla de los Illuminati, los Rosacruces, Los protocolos de los sabios de Sion y cosas por el estilo, aunque negándolas totalmente. Por una extraña pirueta lógica Eco parece dar vuelta el estatuto medieval del texto escrito como si, de la misma forma en que en la Edad Media se sentía que todo lo que estaba escrito era verdad, nos quisiera convencer de que hoy todo lo que está escrito es mentira. O ficción malintencionada, depende de cómo se lo mire.

*Achille Campanile: un escritor cómico (o humorístico) italiano del cual nunca había escuchado hablar y que es muy bueno, a juzgar por los largos ejemplos que Eco coloca en el ensayo dedicado a sus estrategias textuales. Me pareció genial la forma en que la comicidad del texto está enraizada exclusivamente en los juegos de palabras, en el aprovechamiento de los intersticios que deja el lenguaje para las trampas lógicas o en el uso del extrañamiento como herramienta humorística. Voy a tratar de encontrar libros suyos. No creo que vaya a arrepentirme.

Después, puro papel picado y espejitos de colores. Divagaciones estúpidas acerca de las implicaciones ontológicas de que el personaje de una novela histórica viva en una calle que en su época se llamaba de otra forma; más divagaciones estúpidas acerca de por qué un mapa en una historieta del Corto Maltés no coincide con el tiempo y la distancia en que los personajes navegan de una isla a otra. Incluso hay todo un apartado aburridísimo que compara a Cagliostro con Saint-Germain; ¿Cómo hacés que un capítulo acerca de Cagliosotro y Saint-Germain sea aburrido? Debe ser alguna clase de poder mutante.

Pero lo peor es que Eco pierde el punto. Se empantana en comparaciones, evocaciones, entimemas, ingeniosidades, y pierde de vista que lo importante en un texto de ficción no es la concordancia del texto con la realidad ni la posibilidad de existencia de los personajes en la época histórica que debería corresponderles, que lo único importante en un texto de ficción es que genere sentido. A partir de mentiras, de inexactitudes, de faltas de respeto a la ciencia histórica, a la física, a la geografía; no importa. Mientras genere sentido, mientras le diga al lector algo importante a nivel interno, vital, de cosmovisión o de organización de sus valores, va a ser un buen texto... y el resto son tonterías para rellenar páginas cuando te piden un libro de ensayos y te quedás corto.



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PD: de la excelente El nombre de la rosa hablo otro día. Pero si pueden, léanla.

3 comments:

Paula Edith said...

Hace un tiempo leí un compilado de textos de Eco que hablaban sobre la moral y la fe, me pareció excelente. Tal vez los ensayos que mencionas sean de esos que los escritores hacen a regañadientes por que necesitan dinero y/o han firmado un contrato.

Anonymous said...

¡Carrasco! ¡Tenés que ser el Cristian Carrasco "Celebrio" que yo conozco!
Llegué acá de pedo buscando libros de Campanile para bajarme, con la esperanza sobre todo de encontrar alguna de sus obras de teatro (vi algunos fragmentos de reposiciones contemporáneas en YouTube y están muy buenas, hasta donde mi italiano y la baja calidad del audio me permiten llegar).
Yo me compré como cuatro libros de él, todos por internet (todos los que encontré, dudo que vayas a encontrar más... porque además reviso seguido).
No sé si te acordás -siempre y cuando seas la persona a la que creo le estoy hablando, y estoy casi seguro que sí por los links que se ven y los sitios "afines"- de Radiovelada, un espectáculo de radioteatro actuado que hacíamos con Juanse; bueno: en él utilizábamos varias cosas del gran Achille.
Ahí lo conocí y tuve la suerte de conseguir varios libros, que no tienen pérdida.
Yo tengo: Los niños nacen porque son tan pequeños, En agosto esposa mía no te conozco, El héroe, Cantilena all'angolo della strada -que no me acuerdo cómo está traducida-, y en una librería de usados de Montevideo CASI consigo "¿Qué huevo frito es el amor?", que lo tenían en el catálogo pero no lo encontraron. En buscalibros.cl hay algo pero te salen como 200 mangos argentinos. Demasiao.
¡Ah! ¿Quién habla? Manolo. Cualquier cosa este es mi mail:
waltersure@yahoo.com.ar

¡Salute!

Anonymous said...

¡Ah!... y otro que no me acordaba: "Si la luna me trae fortuna".