Mi final de año pasado estuvo signado, musicalmente hablando, por Jack Black, Jack White y Muse.
Sabía que Jack Black tenía una banda llamada Tencious D, lo había leído unos años atrás cuando le compraba todos los meses a un amigo la Rolling Stone, pero nunca había escuchado nada de ellos hasta que alquilé la película Tenacious D – The pick of destiny (o sea, La púa del destino, sea como sea que lo hayan traducido acá) y quedé fascinado sobre todo con el principio. La película empieza como una ópera-rock, con un tema largo donde hay diálogos y cambios de ritmo dependiendo del personaje y la emoción que se describe. Es buenísimo. Si quieren verlo, les pongo el link de youtube.
http://www.youtube.com/watch?v=hvvjiE4AdUI
Ya conocía también la posición ideológica respecto al rock que tiene Jack Black desde que vi Escuela de Rock (una de las pocas comedias que he visto más de una vez) y acá la vuelve a exteriorizar y se parece mucho a la que tengo yo: el rock tiene ética y estética. Eso lo diferencia de los demás estilos surgidos con el tiempo y lo emparenta con el reagge, el único otro género musical actual con una ideología detrás.
Como digresión, no nombro al punk ni al grunge porque por un lado son, para mí al menos, derivados del rock, y porque en realidad lo que tienen no es una ideología sino lo contrario, una negación de la ideología: el punk con su “no future” y el grunge con su mensaje desengañado y nihilista. Decir que nada tiene sentido es una renuncia a encontrarlo, por lo tanto no reviste una ideología sino la negación de la utilidad de buscarlas, es darse por vencido de entrada, anularse como ser espiritual.
Igual, por lo menos el grunge y el punk decían algo, transmitían un mensaje aunque sea un mensaje nihilista, y a partir de él podías construir algo propio ya que no sólo se construye por adhesión sino también por negación, no sólo a partir de aquello con lo que acordamos sino a partir de aquello con lo que estamos totalmente en desacuerdo (y demás dejaron unos discos de puta madre).
El pop, por otro lado, no tiene nada que transmitir, nada con lo que acordar o estar en desacuerdo desde el punto de vista de una cosmovisión (a menos que la guita, la fama y los flashes de los paparazzi puedan tomarse como una cosmovisión, y jodidísimos estaríamos si fuera así), no hay una moral que lo sustente, no hay una ética entre pares, es un vale todo con tal de que al final los adolescentes bailen con lo que surja de la unión entre los arreglos del productor y el carisma y el magnetismo sexual del o la cantante.
Los géneros tipo rap o hip-hop tampoco tienen ética: tienen “códigos” en el sentido tumbero del término, sus cultores más que colegas son cómplices, más que apoyo se ofrecen encubrimiento.
Para simplificar, creo que hoy en día una persona con ética rockera es lo más confiable que podés encontrar. A lo mejor no va a llegar nunca a horario y te va a quedar debiendo guita, pero puedo garantizar que, cuando realmente importe, no te va dejar tirado.
Pero volviendo a Tenacious D: ahí Jack Black es lo más parecido a una versión yanki del gordo Casero si el gordo Casero hiciera solamente rock and roll en joda y no anduviera picoteando por todos los géneros musicales. Los dos integrantes de la banda (y en eso son iguales a los White Stripes) se despachan con unos riffs en guitarras criollas, con algunos arreglos eléctricos, que son una clara parodia/homenaje a los guitar-heroes del rock and roll clásico y moderno. Si te gusta el rock lo tenés que escuchar. Y si entendés inglés te vas a partir de risa con la letras (escuchen Fuck her gently, por favor).
http://www.youtube.com/watch?v=wCUa9jXWn6s
Lo mejor es que es tan básico y tan bueno que te dan ganas de aprender a tocar. Y ese es precisamente el efecto que tuvo en mí cuando lo escuché. Ya conseguí una guitarra y espero poder tomarme un tiempo y encontrar a alguien piola que me tire una punta de cómo empezar (probablemente acompañado de Kala, o “el poeta de la perca”, como le dicen en los blogs porteños). Si consigo tirar un par de riffs voy a cumplir mi principal deseo de año nuevo (aparte de los naturales: salud y bienestar para mi familia, de la que soy hijo y hermano y de la que soy padre y marido) que es subirme a un escenario con mis hermanos, aunque sea a tocar el triángulo... pero si es la guitarra, mejor.
Jack White, por su parte, es un grosso guitarrista que ha llegado más lejos que cualquiera con menos notas, cultivando el minimalismo a rajatabla con los White Stripes. Si tuviera que escribir la cantidad de temas de los White Stripes que figuran entre mis favoritos tendría que transcribir la mitad de su discografía (y conste que mis bandas preferidas con Pixies y Portishead, pero los White Stripes deben estar dentro de las cinco primeras seguro). Pero aparte se ha revelado como una fuerza creativa imparable con dos proyectos paralelos: The raconteurs y The dead Weather. Las tres bandas son más o menos parecidas pero tienen las diferencias suficientes como para construir una personalidad propia. Si tengo que elegir me sigo quedando con los White Stripes (temas como Fell in love whith a girl o Seven nation army ya son parte de la banda sonora de mi vida y si de algo estoy seguro en estas vacaciones es que un cd con un compilado de lo mejor de los White Stripes va a ir sonando de ida y de vuelta a donde sea que termine yendo).
http://www.youtube.com/watch?v=q27BfBkRHbs
http://www.youtube.com/watch?v=6j7huh5Egew
El punteo de bajo de Seven nation army es lo único que me salía más o menos bien en el bajo en el poco tiempo que traté de tocarlo más o menos seriamente (conmigo, las cosas que llevan práctica constante siempre están encabezadas por la frase “más o menos”). Por un lado eso significa que el punteo es fácil, pero lo importante es que aún así no pierde su fuerza ni su belleza. En ese punto me hace acordar al riff de Keith Richards en I can’t get no (satisfaction): son hallazgos, me da la sensación de que son sonidos básicos de la naturaleza que estaban en el aire esperando que alguien los pusiera en una canción. Algunos poemas son así también. Cuando algo es tan simple que la belleza refulge y se mezcla con una especie de pasmo que dice “a mí perfectamente se me podría haber ocurrido” junto con el alivio de que a alguien se le ocurriera y la admiración hacia la persona a la que se le ocurrió, creo que eso es un hallazgo. Y Jack White es un especialista en hallazgos.
La última banda es Muse. En especial su tema Uprising, que traduje para poder entenderlo mejor, y es lo más movilizante que he escuchado en mucho tiempo. En todo el año, creo. En el laburo cada vez que lo escucho termino coreando el estribillo y cantando con un puño alzado como si cantara entre una multitud de personas que pensáramos igual, y eso para mí, que solamente fui a un concierto y me di cuenta de que no son lo mío (al menos no desde abajo del escenario), es significativo.
Ahí les va la traducción:
Ascenso - Muse
La paranoia está en flor
los RRPP van a reasumir las transmisiones
van a tratar de meternos drogas, mantenernos a todos estupidazos
esperando que nunca veamos la verdad alrededor
(así que ¡vamos!)
Otra promesa, otra escena,
otro paquete armado para mantenernos atrapados en la codicia
y todos los cinturones verdes atados alrededor de nuestras mentes
y una interminable cinta adhesiva roja para mantener a la verdad confinada
(así que ¡vamos!)
Ellos no van a forzarnos
ellos van a parar de degradarnos
ellos no van a controlarnos
vamos resultar victoriosos
(así que ¡vamos!)
Intercambiando control mental
vení y dejá que la revolución nos afecte
si podés apretar el interruptor y abrir tu tercer ojo
verás que nunca debimos tener miedo de morir
(así que ¡vamos!)
Levantate y retomá el poder
es hora de que los gatos gordos tengan un ataque cardíaco
vos sabés que su tiempo se está terminando
tenemos que unirnos y ver nuestra bandera ascender
(así que ¡vamos!)
Ellos no van a forzarnos
ellos van a parar de degradarnos
ellos no van a controlarnos
vamos a resultar victoriosos
(así que ¡vamos!)
Ellos no van a forzarnos
ellos van a parar de degradarnos
ellos no van a controlarnos
vamos a resultar victoriosos
http://www.youtube.com/watch?v=w8KQmps-Sog
Leí en un sitio yanki que le echaban en cara a Muse haber escrito una letra política en esta canción. ¿Tan imbéciles pueden ser? Al parece los yankis no reconocerían una letra espiritual ni aunque les mordiera el culo. Ya durante la presidencia de Bush, con el tema de la guerra contra el “eje del mal” y todas las estupideces, me di cuenta (confirmé lo que ya sabía, en realidad) de que en norteamérica las únicas personas que valen la pena, los únicos que piensan por fuera de la caja de consumismo y patrioterismo en que están encerrados son los artistas. Y solamente algunos artistas.
Para mí esta letra es totalmente espiritual y está al nivel de Redemption song de Bob Marley o de cualquier canción de la última etapa de John Lennon, no sé, Across de Universe o Imagine. Para mí es altamente significativo que hablé del tercer ojo o que use la frase “flick the switch”, que es el título de una de las entrevistas más largas y copadas e influyentes (al menos en lo que a mí respecta) a Grant Morrison (que está traducida íntegra en los primeros post de este mísero blog que están leyendo).
Y la alusión a los “gatos gordos” la relaciono con lo que puse en el copete del blog, en las palabras que aparecen arriba del todo. Para mí es así, por más maniqueo y cabeza que suene: o viniste a crear o viniste a destruir o viniste a acaparar. O de última viniste a mirar sin hacer nada, pero ¡chabón! ¡eso ni siquiera es vivir!
Tengo amigos que aseguran que en el asado en que celebraba mis 29 años, en un estado alcoholico importante, improvisé un discurso que terminó conmigo gritando “¡Muerte a los ricos!”. Yo la verdad no me acuerdo. Aparte, yo no puedo desear la muerte de nadie, soy poeta, soy un alma sensible (esto último debe ser leído con la voz lánguida que siempre uso cuando digo tamaña boludez para zafar... y a veces me sirve, depende de a quién se lo largue).
Pero, hablando en serio, no se trata de que odie a los ricos porque sí, ni a todos. No se trata de algo económico-social tampoco. Es más filosófico que eso. Dudo que la gente que solamente piensa en la guita, y está dispuesta a hacer lo que sea para tener cada vez más guita, tenga siquiera la mínima posibilidad de ser una buena persona. A lo máximo que pueden llegar es a ser cajas registradoras bien aceitadas y precisas. Para mí una persona que solamente piensa en la guita está a esto (imagínense que separo el índice y el pulgar unos tres centímetros) de dejar de ser un ser humano.
Tengo dos acotaciones que hacer. Por un lado deberíamos ser ciegos para negar que la plata es necesaria, pero una vez que podés dormir bajo techo y comer caliente dos veces al día, ¿para qué más? Por otro, puede haber buena gente, gente talentosa y creativa y buena persona, que se llene de guita porque es buena en lo suyo y sabe hacérselo pagar, o alguien puede ganarse la lotería o reventar la banca en el casino y ser millonario sin necesidad de pisarle la cabeza a nadie, que es el método predilecto de los que tienen el signo pesos marcado en las pupilas (ahora que lo pienso, mi mujer me pregunta qué manía tengo últimamente de querer ir al casino y tal vez sea eso: que sería la única forma en que podría hacerme rico sin que me remuerda la conciencia... aunque en realidad den ser las mismas posibilidades de que me haga rico escribiendo y publicando... o sea, muy pero muy pocas).
Pero, bueno, creo que el enfrentamiento en este momento es ese, es espiritual, o mejor dicho, es el enfrentamiento entre las personas espirituales y las máquinas que sólo saben hacer “clínk!” cada vez que les cae una moneda en los bolsillos. Es un enfrentamiento no en el sentido de que terminemos haciendo la guerra. Eso es lo que pasó en la época capitalismo versus comunismo y no nos fue muy bien como planeta en ese entonces. El enfrentamiento es por quién termine dominando el mundo.
Grant Morrison decía que para hacer que las cosas cambien había que meterse dentro de los sistemas, que más útil que hacer una manifestación delante de una multimacional que contamina era hacerse presidente de esa multinacional, cambiar sus políticas internas y asegurarse de que dejen de contaminar. Y sí, es más útil, pero mucho más difícil, sobre todo para las personas que no nacimos para presidentes de multinacionales.
Pero algo hay que hacer. Dejar de quejarse. Actuar, a través de las palabras o de las obras artísticas o, por qué no, de la acción política. A mí cada vez me cierra más que mientras dejemos a las cajas registradora a cargo el mundo va a seguir siendo la mierda acaparadora y egoísta que es. Y una vez que te das cuenta ya no te podés hacer el boludo, una vez que te das cuenta lo que siga es enteramente culpa tuya.
Yo no sé si podré meterme en política o algo así, pero si logro componer o escribir o pintar o dibujar algo que le cause a los demás lo mismo que siento cada vez que escucho Uprising, me sentiría mejor. Al menos sabría que gracias a mí otra persona en guerra contra las cajas registradoras se siente menos sola.
3 comments:
cómo le va, mi estimado. ¡yo tengo ética rockera! ja
honestamente, debo decirle que dudo en llamar rockeras a bandas como muse u otras modernosotas. permítame dudar, nomás. a pesar de lo que decía el viejo niño rimbaud, eso de que hay que ser absolutamente modernos, conservar el terreno ganado. yo me voy para atrás en lo que a música se refiere: rock progresivo y jazz (ahora hay bandas y músicos que heredaron todo aquello y no está mal, qué se le va a hacer).
allá creo que está lo esencial de la música, en ese toque místico sonoro. es como la poesía, usted me comprende. cuando empieza a tener tufo a literatura, me asquea. digo: cuando es sólo literatura. es la madre de todos los géneros, diría un avezado. que se cague. por eso me gusta mucho burroughs. ése no hace solamente literatura.
lo pasaré a visitar una noche, cuando la calor nos deje vivir.
vodkins
permitame discentir en aquello, que no resulta creativo, es apropiación de la creación "del otro"... ¿ Y las influencias...?, Cuanta "creatividad", emana, emanó de The Beatles. TODO EL ROCK AND ROLL DE OCCIDENTE!!!, de muy buena factura...!
Tambien, andamos por la vida, ociosamente, disfrutando de la creatividad del otro en un "estado de éxtasis y contemplación permanente", sin ser necesariamente ricos... tan pobre como Diógenes allá por el Siglo V a D.C. en la Grecia clásica!!! ¡O no?
Por ahí le erré con la palabra: no me refiero a apropiar como hacer propio algo para crear a partir de eso sino como comprarlo para quedárselo, esconderlo, impedir que siga siendo productivo como inspiración. La influencia no es imitación, es un disparador... y aparte la influencia no se compra. Pero a lo mejor busque otra palabra...
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