Tuesday, October 12, 2010

Los que seremos escupidos


Lo peor para la gente como yo, que somos demasiado fachos para ser troscos y demasiado troscos para ser fachos, es que por un lado ningún bando nos tiene en cuenta, no existimos, y por el otro somos parte de El Enemigo, porque, para ambos bandos igual, “Si no estás con nosotros estás en contra”.
Que “los tibios serán escupidos”, que sólo se acepta lo frío o lo caliente, es un precepto bíblico (del Apocalipsis, lo que da un poco de miedo) y nada describe mejor tanto a la derecha como a la izquierda. Es raro. No hay nada más derechoso que apoyarse en la ley de la iglesia y no hay nada más revolucionario que obligarte a tomar una posición y defenderla a muerte. Los extremos, si los extendés hasta el infinito, terminan tocándose.
En la época del matrimonio gay escuché a Victor Hugo Morales diciendo algo así como “Veo un patrón: quienes están en contra del matrimonio igualitario están a favor de la dictadura, en contra del aborto, a favor de la pena de muerte, en contra de la ley de medios, a favor de Clarín…” y yo pensaba: “A ver, yo estoy a favor del matrimonio gay porque total ya todas las uniones son uniones civiles, son un trámite legal para compartir ingresos y egresos financieros dentro de la pareja y negarle eso a alguien es estúpido; ya el tema de la adopción me jode un poco, aunque de forma irracional, primaria, si me lo pongo a pensar seguro que también estoy a favor; ni en pedo quiero que vuelvan los militares y creo que todos y cada uno tienen que pagar por lo que hicieron (de hecho, creo que a esta altura de la humanidad la carrera militar no debería ni siquiera existir); estoy en contra del aborto porque me parece que es el asesinato de un inocente; cuando pienso en que alguien puede matar o mutilar o violar a alguien que amo (porque si no existiera la propiedad privada los crímenes se resumirían en esos tres, en atentados contra el cuerpo) creo que no querría que el estado mate al culpable, querría matarlo yo, y lo haría sin remordimiento porque él con su acto se habría sacado ya a sí mismo de la esfera de lo inocente y hasta de lo humano y porque ciertas monstruosidades no tienen tiempo de cárcel que les equivalga; sobre la ley de medios y Clarín no quiero tomar parte porque tanto Clarín como el gobierno me parecen de una ambición y una falsedad alarmantes, es una pelea de perros rabiosos en la que no me interesa intervenir... entonces”, pensaba, “Victor Hugo, decime, yo que cumplo algunos de tus requisitos para ser una basura y otros no, ¿dónde estoy?, ¿qué soy?, ¿dónde entro?”
Lo que pasa es que, si lo pensás medio minuto, te das cuenta de que la derecha al poder y la izquierda al poder, justificadas por lo que quieras (la guerra santa, la imaginación al poder, mi dios lo quiso así, somos la policía del mundo, el proletariado debe aplastar al capitalismo, lo que sea) termina siendo tan parecido que cuesta mucho diferenciarlos. Si me preguntás, te digo que Bush es un hijo de remilputa y su gobierno fue una mierda, un mandato criminal, enfermo. Pero si me preguntás si Bush fue peor que Stalin… la verdad es que lo tengo que pensar tres, cuatro y cinco veces antes de contestar. Probablemente te diga que sí, por cercanía en el tiempo, porque las barbaridades de Bush las viví, las presencié aunque fuera por televisión, y a Stalin lo conozco sólo por los libros de historia, pero se me haría difícil igual.
                                                                                                                             

-

2 comments:

Soledad Arrieta said...

Hola Cristian! Aquí leyendo un poco de lo tuyo. Admito que me sorprendí con algunas cosas que, como te imaginarás, no comparto. Pero entiendo esto del patrón y de no encajar. Yo lo veo más o menos similar que Victor Hugo al tema, pero sé que hay excepciones (no sólo por vos, conozco a varias personas que no cuajan a la perfección degún esas definiciones).
Y estoy en tu misma situación a nivel política. Hoy, o sos K o sos de oposición (con todo lo que ello implica). Yo estoy a favor de muchísimas de las medidas de este gobierno, pero no a favor suyo. No soy K. Pero me da naúseas la oposición. Osea que me termino inclinando un poquito más para el lado del oficialismo, pero sin sentirme perteneciente ya que soy socialista y esto de socialismo no tiene ni las pestañas.

Cariños!!

CFC said...

Soledad: yo, básicamente, empecé a dejar comentarios en tu blog para que me refutaran todo lo que opino. Ni a palos pensé que iba a encontrar gente como Amarok que coincide con las cosas que digo, pero ya había visto que al menos se respeta la opinión del que piensa distinto. Hace unos meses, por intermedio del blog de Horacio, había llegado al blog de Orlando Barone, el de 6,7,8, entré varias veces y nunca comenté nada porque me dio asco la forma en que se denigra, se insulta, se hace objeto de burla y se ningunea al que piensa distinto, pero en tu blog no pasa eso y supongo que será una extensión o un reflejo de lo que sos vos como persona. Calculo que si nos conociéramos no nos caeríamos bien, porque al parecer para los dos es importante coincidir en lo ético, en lo político, en lo filosófico (lo que es un avance entre tanta gente que en lo único que necesita coincidir es en los programas que mira o el equipo por el que hincha), pero si mantenemos el respeto creo que podemos tener una relación virtual de intercambio de cosmovisiones larga y fructífera.
Que no compartas mis ideas es precisamente lo bueno, y creo que pocas personas podrían entender eso. También pasa al revés: si cada vez que entrara a tu blog tuviera que comentar “Estoy de acuerdo. Te felicito” me aburriría a la semana, pero disintiendo va a estar divertido.

CFC