Friday, July 31, 2015

Game of Thrones – Temporadas 1 a 5 – de David Benioff y D. B. Weiss, basada en las novelas de J. R. R. Martin



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Juego de Tronos es la primera serie que yo haya visto que entiende y retrata de forma exacta la relación estrechísima, simbiótica, vital, entre el poder, el sexo y la muerte. No digo que sea la primera que lo hace en la historia de la televisión, pero si se vio algo parecido antes, yo era muy chico y no lo conozco.

La temporada que más me impactó fue la tercera, es la que tuvo mejor ritmo, mejor equilibrio entre acción e intriga, probablemente porque de eso se trata una guerra. De ahí en adelante se hace un poco más lenta y menos coral, hay capítulos enteros dedicados sólo a una o dos líneas argumentales, dejando las demás de lado. Supongo que también puede deberse a las exigencias de los actores, ahora superestrellas, de vacaciones o tiempo de descanso.

Los caminantes blancos no me cierran, a mí me pierden en ese punto. Son zombies: no importa si les cambian el nombre y están helados, igual son zombies, y llevan a la historia a un nivel de fantasía que no me agrada, al punto en que se pierden los referentes reales y las reglas de funcionamiento del un mundo con leyes naturales que obedecer. Con los gigantes está todo bien, son solamente gente grande, con los dragones está todo bien, son animales, animales raros pero animales al fin, pero los zombies helados, más allá de su intertextualidad con los gigantes de hielo de la mitología nórdica, elevan demasiado el nivel de fantasía y hacen que las secuencia ambientadas en el Muro parezcan otra cosa, parte de otra serie, una especie de mezcla entre El señor de los Anillos y The Walking Dead..
Precisamente, me pasó algo parecido con El Señor de los Anillos en la parte en que aparecen esos fantasmas verdosos que destrozan mamuts girándoles alrededor a supervelocidad como si fueran Speedy González. Ahí la película me perdió como espectador, mi capacidad para la suspensión de la incredulidad fue superada y de eso no se vuelve.

Un tema que va ganando preponderancia, y llega a ser central en la quinta temporada, es la religión: los viejos y nuevos dioses y el único dios, varios únicos dioses en los que creen diferentes clanes o diferentes casas, en una clara alegoría del paso del politeísmo al monoteísmo, lo que, en nuestro universo y en nuestra sociedad, significa el paso al cristianismo. Esa es la parte que da más miedo, o al menos la que más miedo me da a mí: que unos locos de mierda puedan matar sin mover un dedo, hacer quemar vivas a personas, encarcelar, destruir moralmente, escudados en la fe, la irracionalidad, la certeza ciega de tener razón y de que algo más alto los avala.
Nada más alto te avala nunca, un hijo de puta religioso hecho mierda de la cabeza no es más que un hijo de puta hecho mierda de la cabeza a secas y todos haríamos bien en recordar eso. La religión es un bastón para que las almas débiles puedan sostener sus vidas, y eso no puede estar del todo mal, pero cuando ese bastón empieza a ser usado para golpear a otros, hay que partirlo en dos de inmediato.

Mirando Juego de Tronos me di cuenta de algo que debería ser bastante obvio para cualquiera que escriba y cree personajes: la narración, a diferencia de lo que se dice acerca del anarquismo, construye para después destruir. A pesar de las quejas y los clamores populares por las muertes de personajes queridos por el público, precisamente de eso se trata el arte de crear personajes: generar un lazo emocional que, al romperse, impacte al receptor de la forma más potente posible.

Además, banco a J. R. R. Martin cuando se defiende de los ataques por ensañarse con sus criaturas. He leído declaraciones suyas diciendo que, aunque respeta que haya gente que escriba distinto, su literatura no es de esa que dejan a las personas contentas, tranquilas y pensando que la vida es justa y todos tienen un final feliz esperándolos en el futuro porque la vida no es justa y no todos tenemos un final feliz esperándonos en el futuro. Que él no es Coelho, hablando en plata. Y no puedo sino respetar eso.

Así que, resumiendo:
Si soportás la sangre, no mires Juego de Tronos.
Si te pone mal que cosas malas le pasen a los niños y a los inocentes, no mires Juego de Tronos.
Si sos religioso, no mires Juego de Tronos.
Si te gustan los finales felices y pensás que el mundo es justo y “conspira para que hagas realidad tus sueños”, no mires Juego de Tronos.

A todos lo demás:
¿Qué están esperando para mirar Juego de Tronos?


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Wednesday, July 29, 2015

Origami - Banda de música



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Lo que aprendí de mis hermanos:
SI te gusta la música no te pongas la remera de una banda...
formá una banda y ponete tu propia remera.
Así se colabora con la gran conversación.


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Tuesday, July 28, 2015

La herejía de leer - CFC


LAS RELIGIONES DEL LIBRO O LA RELIGIÓN DE LOS LIBROS

La lectura siempre ha estado relacionada con la irreligiosidad y la herejía. Las llamadas “religiones del libro”, organizadas en torno a escrituras canónicas, condicionan férreamente el sentido autorizado que se desprende no sólo los textos sagrados. Pero también de la vida y las acciones de las personas y de los designios divinos, de otra forma siempre abiertos a interpretación. Esas vidas, esos hechos y esos designios son también transformados en relatos con el fin de transmitirse, propagarse, esparcir la palabra santa. La fe se apoya en esos relatos y por ello deben ser administrados racionalmente.
Leer ha sido siempre revolucionario y desestabilizador de los órdenes establecidos porque la puesta en contacto del lector con el texto genera un nuevo mundo que, al menos durante el tiempo que dure la lectura, se acepta como real. Leer es interpretar, por ello lo primero que prohíbe el dogmatismo es la libre interpretación: toda interpretación que se aparta de los lineamientos establecidos constituye una herejía.
Creer en una religión establecida y reglada no es otra cosa que aceptar una versión del mundo de forma acrítica, sin pruebas suficientes para sostener esa creencia. A esto puede llamársele certeza o, en el plano religioso, fe. Pero al interpretar la realidad también se espera que acatemos un dogma, un dogma laico que recibe varios nombres: realidad consensuada, sentido común, etc.
Las obras de ficción configuran en la mente del lector un mundo otro, o una versión diferente del mundo en que vivimos, ya sea a través de un cambio en los hechos fácticos o en la cosmovisión que los interpreta, reconfigura o resignifica. La lectura de obras de ficción es una herejía laica contra la creencia en la realidad consensuada. Interpretar la realidad según moldes ficcionales es tan hereje frente la creencia en la realidad consensuada como la libre interpretación de los textos sagrados es hereje frente al dogma.
En el caso de las religiones hay un texto sagrado frente al cual se es hereje. Pero en la realidad no existe ningún texto escrito sino una cosmovisión compartida, completamente invisible en la medida que hablamos de la estructura que lo rodea y lo sostiene todo; no se trata de que no lo veamos porque es pequeño o esté escondido, sino porque rebasa cualquier campo de visión posible; es, casi literalmente, todo el mundo en el que vivimos. La herejía contra esa versión hegemónica del mundo, de la realidad, no tiene nombre, salvo tal vez locura, excentricidad, y no se la toma como una diferencia en la interpretación sino como un error en la interpretación, como una forma equivocada de valorar lo que nos rodea, el mundo humano conformado no sólo por hechos y objetos sino también por ideas y valoraciones.



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Parte de una monografía que tuve que dejar afuera, pero me gustó la idea.

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Monday, July 27, 2015

MGMT - Time to pretend



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"Time To Pretend"


I'm Feelin rough I'm Feelin raw I'm in the prime of my life.
Let's make some music make some money find some models for wives.
I'll move to Paris, shoot some heroin and fuck with the stars.
You man the island and the cocaine and the elegant cars.

This is our decision to live fast and die young.
We've got the vision, now let's have some fun.
Yeah it's overwhelming, but what else can we do?
Get jobs in offices and wake up for the morning commute?

Forget about our mothers and our friends.
We were fated to pretend.

I'll miss the playgrounds and the animals and digging up worms.
I'll miss the comfort of my mother and the weight of the world.
I'll miss my sister, miss my father, miss my dog and my home.
Yeah I'll miss the boredom and the freedom and the time spent alone.

But there is really nothing, nothing we can do.
Love must be forgotten. Life can always start up anew.
The models will have children, we'll get a divorce,
We'll find some more models, Everything must run its course.

We'll choke on our vomit and that will be the end.
We were fated to pretend.

Yeah yeah yeah 
 
 
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Thursday, July 02, 2015

Poética - CFC

POÉTICA

No escribas más poemas con efecto,
mariposa.

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