Tuesday, May 22, 2012

Escribir y publicar en Neuquén – de Humberto Bas


Se nos dirá que cambiar nuestro modo de escritura y hacer como ellos [los autores que venden]. Escribir más divertido y sobre lo que a “la gente le interesa”. Hacer como eses autores que te llevan hacia ese lugar tibiecito de encontrar la autoayuda que alaba tu yo, y te susurra que sos única/o y diferente, pero que tenés que descubrirte. Así, de repente la ciudad se puebla de tantas personas únicas y diferentes que de tan únicas y diferentes parecen todas igualitas.
Pero se sabe que la literatura que vale la pena es aquella que asume riesgos, la que se aventura más allá de las modas. Esa literatura que no “nos llega” porque estamos aturdidos de las cataratas de publicidades y promociones.
Y aquí es donde muchos escritores nos plantamos y nos planteamos la pregunta. ¿Realmente vale la pena escribir para decir lo que se espera; para escribir un libro a partir de una estrategia de marketing? ¿No es hora de que “la gente” también se pregunte si vale la pena leer algo que nos va a decir lo que esperamos? ¿No es la hora que los lectores/as también asuman el riesgo necesario para descubrir la literatura fecunda y rica que se produce a su alrededor y que sólo el encandilamiento del marketing no le permite descubrir y valorar?

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Publicado en RAP! (Revista Altoparlante) #58 – Mayo 2012

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Relacionado con eso, hace unas semanas anoté esta cita de Jauss, a quien estoy estudiando en Literatura Española:

“...el lector medieval podía encontrar extraordinariamente agradables estos textos, justamente porque le explicaban cuanto ya sabía, y porque le satisfacía plenamente encontrar que cada cosa estaba en su sitio en el modelo del mundo.”

A nivel del lector uno lo entiende: el principio del placer, buscar que te tranquilicen la conciencia, pero a nivel del escritor: ¿por qué uno lo haría? ¿qué parte de que hacer literatura es formular preguntas no entienden? ¿qué parte de que las respuestas fáciles y tranquilizadoras son lo menos literario que hay no entienden? ¿por qué siguen con eso?


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Historietas en los kioscos


Invadidos de nuevo

Otra vez historietas por todos lados. Buenas historietas.

Empezando por las colecciones más viejas, está Death Note, que va por el número 10 y termina en el 12, publicada por la editorial LARP.

Hasta hace unos días también aparecían en los quiscos los tomos de las primeras 100 historias de Batman publicadas por Clarín y que, lo reconozco, compré de fanático nomás, aunque no creo que las lea nunca. A no ser que me dé algún arranque arqueológico en el futuro. Con las primeras 100 historias de Superman me pasa lo mismo.

Después están los títulos de Marvel que publica Ovni Press.
Descontando el Thor de Matt Fraction y Pasqual Ferry, que me pareció aburrido, alargado, sin sentido y sin emoción, todo el resto (X-Men, Wolverine, Avengers) está muy bueno o al menos tiene un elemento que lo redima, buenos diálogos o buenos dibujos. En el caso de Spider-Man, todo es bueno: los guiones de Dan Slott son rápidos, interesantes, sorpresivos y van en un crescendo maravilloso; y los dibujos de Humberto Ramos no paran de mejorar (no sé cómo hay gente que se queja de la forma de dibujar de Ramos, a mí me parece excelente).

The Walking Dead y Hellboy (de Image y Dark Horse) de nuevo publicados por Ovni Press, valen mucho la pena también.

No dejan de llegar tomos baratos de la editorial Norma, que creo dejó de publicar historietas hace uno o dos años. No cosas de una calidad superlativa pero sí baratas.

Y ahora, por fin, después de un mes y medio de espera, empezaron a llegar los comics de DC publicados en España por ECC, a buen precio.

Para mí el precio justo es el de la edición nacional, o sea que si Ovni Press publica tomos de dos episodios a 20-24 mangos el precio justo es 10-12 pesos por episodio, cosa que la edición de ECC cumple.

¿Qué sentido tiene hablar de todo esto?
Recomendar.

De Ovni Press, The Walking Dead es esencial. No entiendo por qué no publican también Invincible.

De la misma editorial pero de Marvel, como les decía, todo menos la miniserie de Thor es disfrutable. Si tengo que elegir algo que recomendar con los ojos cerrados: Spider-Man. Wolverine, segunda. Pero todo está bueno. No busquen elucubraciones filosóficas ni revelaciones existenciales: casi todo es diversión pura y nada más.

De DC, vía ECC, viene más peliagudo porque empiezan con la porquería de Flashpoint, no tanto por la calidad en sí sino por el reboot horrible que se mandaron tras eso.
Como sea, la miniserie principal se deja mirar porque la dibuja Andy Kubert, y las miniseries (que van a salir completas en una sola revista) dibujadas por George Perez (de onda mística) y Eduardo Risso (de Batman) tienen que estar buenas también. Hay una escrita pro Jeff Lemire (sobre el Frankenstein de la DC), de quien nunca leí nada pero supuestamente es un buen guionista. Y una dibujada por Gene Ha (sobre Superman), artista muy irregular pero que, cuando es bueno, es buenísimo.
El resto, creería que no se debe tocar ni con un palo de dos metros de largo. Pero puede haber alguna otra joya oculta. Aunque lo dudo.
Después de eso sí: comienzan con los Nuevo 52 de los cuales, guiándome por las críticas y por lo que he bajado de internet, creo que están muy bien las series de Batman, Wonder Woman, Swamp-Thing, Animal Man, Action Comics, Batman y Robin, Aquaman, Gren Lantern, Justice League Dark, Justice League, Batwoman, Flash y alguna que me quede en el tintero.
Lo que sí espero que saque ECC y llegue a Argentina es la fenecida serie de los Tiny Titans, que terminó en el número 50. Si la llegan a sacar, compro tres ejemplares de cada número, uno para mí y uno para cada uno de mis hijos.



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Friday, May 11, 2012

MN 04


04

04.07. No lo hacemos porque sea útil, porque sea socialmente reconocido o divertido. No lo hacemos por la puta necesidad de nadie más que de nosotros mismos. No lo hacemos para superar a nadie, porque a esta altura es imposible, y si la gente de ésta pantomima de país no tuviera la cabeza en el culo, así como sacan la camiseta número diez de circulación para homenajear a un gordo drogado con el ego de un dios (lo único que tiene de un dios), así deberían haber prohibido escribir cuentos después de Ficciones y novelas después de Rayuela. Así que no lo hacemos para ser Borges ni Cortázar porque no se puede. No lo hacemos para conseguir mujeres –y si lo hicimos, vimos que no funciona ¡y a pagar la cuota de una seis cincuenta enduro!–. No lo hacemos para decir “¡qué bien que escribo!” porque a los pocos meses lo que sea que serigrafiemos en una hojita cualquiera nos parece basura. No lo hacemos para pasar a la historia, porque sabemos que el día que la tierra y el universo ya no existan vamos a ser una nada incluso más insignificante que la nada que somos ahora.
            Lo hacemos porque no concebimos otra forma de vivir. Lo hacemos por nuestra endeble cordura, malabarista sin red o paracaidista de ojos de tornados. Lo hacemos para no llorar de cualquier emoción que amerite o no el llanto cada dos minutos. Lo hacemos porque no nos queda realmente otra que hacerlo. Lo hacemos porque es mentira que lo hacemos: lo somos, y esa es la única verdad.

04.33. Estaba pensando que el alma es como el fuego y la sombra. No puede verse, o sea, no puede aislarse, solamente ver su actuar sobre algo, y ese actuar es a su vez una reacción provocada por otro ente. No hay fuego sin combustible, el fuego es el resultado de la alimentación de lo que sea que arde, pero al mismo tiempo es el elemento que quema y produce la reducción de aquello de lo que se alimenta. La sombra es resultado del choque de la luz contra un cuerpo, depende de la existencia de ese cuerpo opaco para ser, pero al mismo tiempo se proyecta cobre otro cuerpo ensombreciéndolo. No hay fuego ni sombra aislados. No se puede tomar una muestra de fuego ni de sombra en bruto para analizarlos.
            El alma es igual. Nace del cuerpo, depende del cuerpo para ser, pero al mismo tiempo actúa sobre el cuerpo. Existe, es, pero no hay forma de aislarla para estudiarla. Por eso el fuego y la sombra son fascinantes. Por eso la poesía es fuego y sombra.

04.34. Típico. Del amor paso al significado de la vida y de ahí a la literatura. Como los dos platillos de la balanza mirados por el fiel. Sería interesante analizarlo, si no fuese ya lo suficientemente obvia la metáfora: el significado de la vida como un balanceo entre el amor y la literatura (arte y belleza), de nuevo.


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Thursday, May 10, 2012

MN 00


00

00.34. Creo entender lo porqué se dice que Borges es el escritor que más filosofa y el filósofo que mejor escribe. Por un lado, creo que escribir algo que tenga algo de vuelo o algo de profundidad implica, o es sin más ni menos, filosofar. Un cuento o una novela que intente ir más allá de lo conocido o ahondar un poco en ello, es una obra filosófica. Claro que pueden resultar mejores o peores, que las hay más y menos logradas, pero no creo que ni siquiera las peores dejen de ser filosofía.

00.35. Hay veces en las que no podés escribir un relato, por más que tengas una idea y que sea una buena idea, una idea que tenga algo profundo o elevado para contar. No es lo mismo tener una idea que tener una historia. Si es una idea lo que tenés, la explicás, te explayás sobre ella en un ensayo o en una meditación, y si tenés una historia, tenés una pieza narrativa, o su germen.

00.37. Pensamientos algo viejos:
            *Tal vez sea cierto que a las palabras se las lleva el viento, pero no es menos cierto que una hoja de papel puede ser quemada o destruida. Lo importante, en definitiva, es que las palabras dichas o escritas sean la expresión libre e inteligible de sentimientos verdaderos, porque si es así, cada sílaba queda grabada en el corazón del destinatario y ni el viento ni el fuego ni ningún otro elemento puede sacarlas de su lugar ni borrar la más mínima parte del mensaje.

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Estos textos son de 1997 o algo así, tenía 17-18 años, así que se entiende que sean algo tontos y demasiado pretendidamente "literarios". Con el tiempo mejoran, promesa.

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Monday, May 07, 2012

Me había ido...


...pero volví.
Alguien me dijo que no suprima el blog, que aunque no tenga ganas de escribir muy seguido y no entre nadie (más que Watkins, Yoiris y mi hermana menor) lo deje activo por si alguna vez alguien entra y le interesa algo de lo que hay acá (debe ser la frase con más sustantivos indefinidos que escribí en mi vida).
Lo único lamentable, si se quiere,  es que para salvar las entradas en el disco rígido y que ocupen menos lugar, borré definitivamente todos los posts que tenían muchas imágenes, entre ellos los que hablaban de dibujantes de comics y una historieta de mi autoría (sobre un cuento de Borges) que había sido linkeada por una página española, el único signo de trascendencia que tuvo este blog hasta el día de hoy.
Voy a reponer eso y un par de cosas más, como las MNs.
Más allá de eso, escribiré cuando se me antoje.
Nos vemos.


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